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Descubren intacto en Pompeya un termopolio, un local de comida rápida

De las últimas excavaciones surge un Termopolio (Thermopolium en latín), es decir, una especie de fonda de comida callejera «ante litteram « que se abrió en el 79 d.C., mismo año de la erupción del Vesubio. La escena que descubre la excavación parece una fotografía del momento preciso cuando Pompeya quedó sumergida en cenizas. 

El director del Parque Arqueológico, Massimo Osanna, habla de un entorno casi intacto, con platos de todo tipo, incluido un trozo de cabrito, unos caracoles y una especie de «paella» de la época. En los contenedores del termopolio, se ven cazuelas de barro, incluso rastros de comida que se vendían en la calle. Comida de casi dos mil años.

Comida rápida y al paso

Los pompeyanos tenían la costumbre de consumir bebidas y alimentos calientes al aire libre.

El termopolio constaba de un gran mostrador en forma de L, «esa primera parte del mostrador estaba decorada con un tema mitológico, una Nereida montada en un extraordinario hipocampo con un cuerpo transformado en un arco iris de colores» informa Osanna.

El escenario deja entrever los últimos momentos que precedieron a la erupción, » la tienda parece haber sido cerrada a toda prisa y abandonada por los propietarios», explica Osanna. Hallaron primero una habitación donde se encontraron los restos de dos hombres, uno de 60 años aproximadamente que estaba acostado en una cama en la trastienda. «Es posible que alguien, quizás el hombre más viejo, se quedó adentro y murió en la primera fase de la erupción, aplastado por el derrumbe del ático». Sin embargo, los huesos encontrados pertenecen a dos hombres. ¿Quién podría ser el segundo? Según el director del parque podría tratarse de «un ladrón o un fugitivo hambriento, que entraba a raspar algo para comer y sorprendido por los vapores ardientes con la tapa de la olla que acababa de abrir en la mano».

«También está la parte decorativa, para asombrarse, hay frescos de una ninfa del mar a caballo, dos gansos alemanes colgados de las patas, un gallo, un perro con correa en el que un bromista incluso había grafitizado un insulto homofóbico. Son tan realistas que parecen pintados en 3 dimensiones».

«En Pompeya, las excavaciones no se detuvieron ni por un día, ni siquiera en el encierro. El descubrimiento representa una increíble fotografía del día de la erupción y un punto de inflexión para los estudios sobre la vida, usos, pero sobre todo nutrición de la época. Será un regalo de Pascua para los visitantes» asegura Osanna.