Oriunda de Venado Tuerto, vino a Rosario a cumplir su sueño de ser abogada criminalista. Pero al finalizar su carrera, algo no la hacía del todo feliz. “A mi vida le faltaban colores” expresa.
Aprendió a coser desde muy chiquita de la mano de dos tías abuelas, grandes costureras, en la casa de Barrio Parque de Venado Tuerto, jugaba con botones, telas, hilos y miraba con atención como las clientas se probaban esos vestidos y trajes de calce perfecto. Recuerda con nostalgia el ruido de la máquina de coser, debajo de una ventana grande desde donde se veían las flores que tanto cuidaban las tías. Se le llenan los ojos de lágrimas recordando esa parte de su niñez; el espejo enorme donde las mujeres se miraban sonriendo, y el trabajo preciso de enhebrar las agujas.
«Pero guardó esos recuerdos, para, unos cuántos años más tarde, dedicar su vida y su alma a la moda. Estudió Diseño de Indumentaria, Asesoramiento de Imagen, Producción de Moda, Marketing y Comunicación de Moda, es Directora de Arte, Vestuarista de Cine y Televisión, Directora de Modelos, Scouter de modelos, y tiene dos especializaciones en Imagen de Novias y Colorimetría.
“Hice en unos años lo que no hubiese hecho en toda mi vida si me quedaba en ese lugar cómodo de estudiante universitaria”, dice. “Los colores aparecieron y mi vida dio un vuelco de 180 grados”. Todo cambió, mi casa se convirtió en un taller de costura, locales de ropa completos en percheros móviles para mis producciones y las pilas de expedientes judiciales ahora eran pilas de libros de moda, arte y revistas Vogue.
–¿Cómo fue ese cambio? ¿Qué sentiste?
–Lloré mucho. Hice terapia. Y tuve mucho miedo de dejar todo para comenzar una vida nueva, pero sabía que era mi camino, que no me equivocaba. Todo empezó a fluir naturalmente. Y ahí pude relajarme, cuando sentí que la presión en el pecho se iba y que yo estaba sonriendo cuando veía mi trabajo.
–Dicen las malas lenguas que sos muy exigente, ¿cómo te llevas con esos comentarios y con las críticas?
Las malas lenguas tienen razón – dice con una mueca pícara – soy muy exigente con mis alumnos de todas las áreas, sobre todo con los que quieren dedicarse al modelaje. Soy una productora con un rol muy activo y quiero que sean los mejores.
Con las críticas no me llevo muy bien – ríe – sobre todo con las mías. Soy muy autocrítica de mi trabajo, y suelo ser muy dura. Las críticas de los demás, si son con buena intensión, bienvenidas, sino, las dejo pasar.
Siempre que algo colabore a ser mejor, está bueno. Si no, no gasto energías.
–¿Cómo te llevas con la gente del medio?
–En general bien. He trabajado mucho y en varios espacios. He tenido muy buenas experiencias y otras no tanto. Creo que lograr un lugar de respeto costó mucho. Pero lo logré.
Hay grandes profesionales con mucho talento. Hice grandes amigos en la moda. Y también creo que hay poco talento y mucho ego en algunos casos.
–Hablaste de egos, ¿es complicado?
–TREMENDO!!! – exclama -. Los egos son tremendos, y creo que también son peligrosos. Todos tenemos nuestro ego. Pero el problema es cuando es lo único que te queda, y el talento, si está, queda opacado.
El ego te hace romper códigos, y en este pequeño mundo de la moda, hay que tenerlos. Hay grandes talentos consumidos por su propio ego. Y no podés trabajar, a mí me genera estrés cuando me cruzo con personas así.
Prefiero seguir mi camino y construir relaciones con personas más sanas o más seguras de lo que tienen para dar.
–Se comenta que sos una promesa en la moda nacional ¿Qué opinas?
–Opino que soy una mujer que trabaja mucho y muy duro. Y lo hice siempre para lograr posicionarme y ser buena en lo que hago. Me formé, estudié muchísimo y lo sigo haciendo. Ojalá sea esa promesa en la moda nacional, y pueda generar cosas increíbles. Cuando se ponen esas expectativas en uno, creo que hay que estar a la altura.
–¿Y en la moda internacional?
–(Ríe) Creo que varios de los que estamos en esto aspiramos a trabajar internacionalmente. Tuve la posibilidad de trabajar para Italia, para España y en Dubai, mis producciones están por todo Reino Unido, Australia, Escocia, Estados Unidos y son experiencias que guardo con mucho cariño y que fueron fascinantes.
–Estudiaste mucho, tenés muchos títulos. ¿Te dedicás a todo lo que has estudiado?
–No, claramente no me darían las horas del día. Mi lado de diseñadora es la que tengo más relegado. Sigo cosiendo pero en mi casa, en mi estudio, para mí. Y la idea de la marca siempre está dando vueltas.
Logré dedicarme a todo siendo docente, vocación que también descubrí con la moda y que amo profundamente. Pero trabajo mucho como productora de moda, como asesora, vestuarista y creo que ahí todo el tiempo aparece la dirección de arte, y la dirección de modelos en plena producción. Creo que pude hacer una buena fusión de todos mis trabajos.
–Te falta la marca de ropa, pero, tenés tu marca de carteras. Y vos, ¿sos una marca registrada ya?
–Jaja, ríe. Tengo mi marca de carteras que está creciendo a pasos agigantados. De a poco iremos incorporando novedades.
Y con respecto a mí, ya que mencionamos egos, sí, creo que logré ser una marca registrada para muchos – sigue riendo sonrojada-.
–¿Estás sola o acompañada?
–En la moda y en la vida estoy acompañada. Lucas es mi gran compañero de vida. Mi marido, mi socio, con quien consulto todo. Es una parte indispensable de mi vida y de mi trabajo. Me ayuda muchísimo y es quien me trae a la realidad cuando mi mente se dispersa con tantas cosas. Él es el terrenal, el que analiza y yo soy la artista, la que vuela. Somos un gran equipo.
–No puede faltar esta pregunta ¿Qué es la moda para vos?
–Ufff…en lo personal, mi salvadora, mi vida entera, mi alma. En lo laboral, la moda es arte que se lleva puesto. Es magia. Es una forma de comunicarnos, un lenguaje. Es jugar, divertirse, pasar los límites de lo creativo. La moda cobra sentido cuando alguien la usa y expresa a través de ella.
Hasta el que dice que no le gusta la moda, viste moda. Nos envuelve a todos, queramos o no. Es parte de nuestra vida.
–Un mensaje para los que se dedican o quieren dedicarse a esto?
–Cuando termino de dar mis cursos siempre les digo que trabajen con amor, que se apasionen, que vuelen a la hora de crear, que lo hagan con responsabilidad, con cariño. Que tengan respeto por los colegas y nunca se crean más que los demás.
Creo que es fundamental, imprescindible, tener pasión por este trabajo y que sea tu vida. Eso es lo que se va a proyectar en lo que hagamos, la pasión, el amor, las ganas, la curiosidad.
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Y así concluímos esta nota, con esta increíble profesional que cuando habla de moda le brillan los ojos. Es carismática. Y tiene mucho humor.
¿Promesa de la moda? Promesa cumplida.
