“La vida es un festín al cual me han invitado a participar y estoy muy agradecida” Flor
–¿Eres caricaturista, dibujante, pintora, cómo te defines?
–Me gusta DIBUJANTE aunque hago humor gráfico, pinto, realizo animaciones, historietas, murales, he publicado libros con mis historias y dibujos y también diseño objetos.
Guau!
–En todo caso sería una artista plástica pero la definición no me agrada demasiado así que me siento muy cómoda con autodefinirme como dibujante y productora.
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Ya siento que esta mujer es un torbellino de creatividad. Imparable, disparadora de ideas que se transforman en proyectos que los otros disfrutan y que, además, quedan en el alma.
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–¿Qué es la creatividad?
–Probablemente sea la necesidad de proponer algo diferente a la realidad que nos rodea. Es un juego, un ejercicio, una manera de sentir que la vida puede ser otra.
–¿Cómo empezaste?
–Mis padres me mandaron a talleres de niña porque me pasaba el día dibujando y no jugaba a otra cosa ; menos con muñecas! También leía muchísimo; mi casa familiar estaba tapizada de bibliotecas hasta el techo . Eso me ayudó a tener ideas y me sigue acompañando al día de hoy: la lectura, los libros.
–¿Cómo fue tu inmersión en el mundo de los objetos irresistibles? ¿De dónde salió el nombre?
–Yo hacía cosas, pintaba remeras y en Rosario no había locales que apostaran a la producción rosarina. Me rebotaban de todas partes así que armé un grupo de gente que hacía cosas lindas y alquilé un localito en una galería perdida (Pasaje Pan) y muy escondida en pleno centro. Así surgió Peccata Minuta objetos irresistibles; estuve ahí 25 espléndidos años. Marcó historia en la ciudad; amo jugar con las palabras y sus sonoridades. Creo que la palabra irresistible es …irresistible!***
Se me escapa una carcajada; Flor es pura energía, su destreza es jugar: con las manos, la pluma y la palabra Es fresca, desenfadada, auténtica y, todo eso, me hace inmensamente feliz y me contagia de risas y risotadas. ELLA es irresistible!
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–¿Qué significa ser Rosarina? , digo, mucho talento en Rosario
–Siempre vi que Rosario tenía una profunda e interesante producción; sin dudarlo aposté a ella aún cuando ni la gente ni el estado o los privados reparaban en eso. Desde muy joven supe ver el talento rosarino ; así surgió Cultura Pasajera y Cultura Pan que a lo largo de 10 años convocó a lo mejor de la ciudad en el pasaje Pan. Fue una gestión cultural absolutamente independiente, fresca y contundente, que llegaba a reunir casi dos mil personas en ese antiguo pasaje de dos plantas que atraviesa una manzana.
–¿Qué actividades se realizaban allí?
–Muestras de arte desperdigadas por todo el pasaje que es inmenso -mide una cuadra-, instalaciones, performances, música y tragos: todas juntas eran una mezcla explosiva, nadie se las quería perder. Eran fiestas maravillosas, puro deseo. Hicimos magia.
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La observo y juego: le pongo una capa y un sombrero y ahora, ante mí, tengo a la maga más maravillosa del mundo. Es bellísima y tiene un halo dorado de sueños y otro plateado de deseos cumplidos. Quedo extasiada, es luz.
Salgo del hechizo y sigo…***
–¿Qué te hace feliz?
–La vista al río que tiene mi departamento, navegar ese río; los barcos que van y que vienen, mi vida amable en el pasaje Pan y su silencio parlante y la música, que es otra pasión mía también junto a la lectura. Mi tablero me da felicidad y mis útiles para el dibujo también. Ah, mi biblioteca! Dibujar mucho, mucho, mucho. Mis cuadernos dibujados que son cientos. Leer mucho, mucho, mucho.
(No la interrumpo shshsh)
Estar en silencio. Pensar. El recuerdo y agradecimiento a la gente que apostó desde el comienzo a mi carrera.
A esta altura de mi vida, amo la vida simple, austeramente confortable, bajar a la mesa 17 del bar de la vereda de abajo de mi casa- al que voy hace 20 años- y leer, dibujar y mirar la vida pasar ahí, quieta y atenta. ¿Qué más? Los vínculos sanos, la linda charla con amigas con mi copa de buen vino. Los besos lindos. La conciencia social, el poder ciudadano. El amor, mis amores, mis amantes y ser así de enamoradiza. La lluvia, los días nublados, los días fríos al sol. El otoño y la primavera. Las noches de verano. Reírme mucho y el sentido del humor, motor fundamental en mi vida. La gente que sabe sonreír. Caminar. La gente agradecida.
Mis padres. Los cambios de estación, la vida que fluye. Las flores y sus perfumes y sus colores, la vida verde, el campo, la isla, las plantas y mi balconcito adorable. El paso del tiempo. Mis arrugas y sus dibujos de las marcas en mi rostro, en mi cuerpo, en mi historia. Mi juventud adentro que no me abandona ni aún queriendo. La gente incondicional, la gente fiel, auténtica. Las conquistas feministas, los proyectos estudiantiles de mi querida facultad de Humanidades y Arte. Me hace feliz la educación pública- de la cual soy fan y tan agradecida-, la luz de las velitas, la comida sana y sabrosa, las fogatas, el mar, la montaña, el canto de los pajaritos, los sueños, las ideas, la gente buena e inteligente, lo que viene -siempre es lo mejor- el futuro y la magia que le imprimo a la vida. Arder ante ella.
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Necesito un reposo. La vida en un instante. Un vaso de leche y otro de whisky. La montaña y el mar, el agua y el desierto. Flor Balestra que ama la vida y se la devora para nutrirse y dar y dar y deslumbrar y y y …me pido un cocktail de respiración profunda para absorver su garra, su amor, su música; mis fosas nasales se llenan de pétalos de jazmín, en mis oidos resuena el océano y mis labios se sonrojan ante tanta pasión.
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–¿Qué es la vida?
–Es saber existir haciendo lo que te gusta, siendo solidaria con el prójimo y el entorno y ser feliz, no con lo que tenes necesariamente, sino con lo que sentís que tenes. La vida es un festín al cual me han invitado a participar y estoy muy agradecida.
Amo el día a día, que se construye con amor y dedicación; hay que cuidar el pasado y proyectar el futuro a pequeños pasos: es mi caminito de la vida.
–Sos más bien alegre ¿cierto? De buen humor…
–Absolutamente. Positiva, tenaz, persistente.
–Amor…. ¿se puede definir? ¿Existe o es una ilusión?
–Yo creo que un buen punto de partida es ser amigo de tu pareja. Hay gente amorosa y gente desamorada y pobre de estos últimos…
–¿Cómo ves al mundo hoy?
–El mundo se hizo pedazos con esta pandemia agregado a todo lo que se viene en el futuro próximo con el cambio climático, el calentamiento global, la destrucción de la biodiversidad, la contaminación de los océanos, la extinción de las especies así que lo pienso como una plataforma, un trampolín desde donde resignificar todo y reconstruirnos individual y colectivamente.
–¿Qué es el miedo? ¿Cómo se vence?
–El miedo se vence con amor y la seguridad que dan los lazos amorosos, nobles y sanos.
–¿Crees en algo?
–En todo. En nada
–¿Qué te dan los niños?
–Algo que los adultos llaman desorden, incoherencia y les hace gracia y en realidad es frescura. Son como una hoja en blanco. Qué maravilla!
–Sos escritora también. ¿Y tus dibujos cuentan…cuál es el mensaje recurrente? Si es que lo hay
–No me lo propongo como mensaje sino que son relatos, pequeñas historias, miradas. Me gusta lo cotidiano, tomar distancia y trabajar la extrañeza que pueda producir esa nueva mirada, esa lejanía.
–¿Te gusta viajar? ¿Cómo viajas? ¿Cinco estrellas o conociendo a la gente, palpando el lugar?
–Viajo mucho y de todas las maneras. Como “mendiga y como millonaria”, dice riéndose. Por ejemplo: mis padres me han invitado varias veces a cruceros a países muy lejanos y he podido visitar puertos remotos, subir a cubierta y ver muchos mares diferentes y los 360 grados sin costa a la vista. Finalmente el crucero es como la tele, tu esperiencia depende de qué canal sintonices, de cuál sea tu mirada, de lo que hagas en ese barco. Ir en un buque de esos tamaños es algo conmovedor, increíble. Escuchar como braman las olas, la negrura de la noche, la inmensidad de esa masa líquida. Mientras tanto hay gente haciendo concursos de panzadas en la piscina o se meten al casino todo el día y no suben nunca a cubierta. Es de locos!
–¿Te gustan los animales?
–Sí, pero nunca tuve mascotas. Detesto la vida mascotera en la ciudad. Los perros ladrando horas en los balcones y terrazas. Sufren ellos y nosotros también. Aparte esa gente-los dueños- ya no escuchan los ladridos y la verdad, es insoportable. Es curioso pero hay algo relacionado con la soledad y los vínculos que está pasando y anda muy mal porque cada vez hay más perros y gatos en las casas.
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Nunca lo había visto así pero lo tomo, me lo llevo para pensar.
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–¿Cómo es tu familia?
–Madre, padre, hermano. Mis padres muy unidos y mi hermano con su mujer de siempre- unidos también. No tengo hijos. Mis padres me apoyaron muchísimo e incondicionalmente en mi camino del arte.
–¿Existe algo espiritual como dicen o todo está perdido?
–Sísí… La magia, el amor, la energía, el entusiasmo.
Y si todo está perdido es el mejor momento para empezar algo nuevo; cuando algo termina, hay certidumbre de algo que arranca
–¿Cuál es tu mayor preocupación?
–Ninguna. No suelo preocuparme; me ocupo y listo.
–¿Vives el presente? Hoy es un cliché, pero quizá no sea tan errado.
–No vivo sino es en el presente; me sale con facilidad. Nada de lo pasado ya me interesa. Yo sigo y sigo adelante. Amo el día a día, el momento puntual. El tiempo en el tablero dibujando es algo poco convencional, pareciera que no pasa, eso es hermoso. Me dicen que soy zen (vuelve a largar una carcajada) y no puedo pensar mucho en el futuro. Lo único que me interesa es lo que tengo entre las manos, algo parecido al instante
–¿Qué te enoja?
–La inoperancia, la falta de ganas, el desagradecimiento
–¿Qué te hace reír a carcajadas?
–Cualquier cosa, me río con facilidad
–¿Quién fue Quino? Sabes que él tenía en su web 100 preguntas que no querían que le hicieran, estaba podrido de oír lo mismo. En tu caso, ¿Qué te molestaría que te preguntase?
–Quino fue el rey máximo, para mi fue un padre; Iluminó mi vida, mi carrera, mi recorrido, mi manera de pensar, el humor. Un ser incomparable, inconmensurable.
Respecto a las preguntas, bueno…nada que me moleste, aún. Tal vez Quino se refería a esas preguntas standard que abundan y parecen huecas y frente a las cuáles a veces es difícil contestar porque son tan tontas que una tiene que contestar algo trivial también. Las preguntas son tan importantes como las respuestas.
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Le agradezco su tiempo, la abrazo.
Camino a la oficina, decido volver a casa. Me voy a tomar la tarde para salir a andar en bicicleta.
María Verónica Cabeza / IG @mariacabezawriter
