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Cena solidaria por la obra Hogar del Padre Misericordioso

Por primera vez, y con el objetivo de “abrazar la vida” de aquellos que caen en las adicciones para ayudarlos en la salida y reinserción en la sociedad, la Asociación Civil Hogar del Padre Misericordioso invita a participar de su cena solidaria el próximo martes 15 de noviembre a las 20 hs en el salón Posta 36 (Ing. Hugo Buchanan 257).

Se trata de un evento que contará con la presencia de distintos empresarios, presidentes de organizaciones e instituciones, y figuras políticas y sociales reconocidas a nivel local, provincial y nacional. El encuentro estará conducido por Susana Manzelli y Juan Ignacio Casares.

El catering estará a cargo de Martha Cura, grupo gastronómico líder en la ciudad de Rosario que lleva más de 30 años transformando cada momento de celebración en experiencias únicas. Además, habrá intervenciones artísticas de muy prestigioso nivel ligados a la música.

La realidad de nuestro país nos llama una vez más a seguir abrazando la vida; a reconocer en quienes hoy padecen el flagelo de las adicciones, en quienes viven en la calle y en quienes buscan poder encontrar su espacio en la sociedad pero se les ve imposibilitado, sujetos con dignidad humana, capaces de progresar y reinsertarse para su bienestar y el de todos.Por eso, hacemos extensiva esta invitación a todos aquellos que quieran colaborar con la obra, mediante la compra de la tarjeta la cual tendrá un valor de $12.000. Las mesas estarán compuestas entre 8 y 10 comensales. Además, tendrán un espacio publicitario que será mostrado durante todo el transcurso del evento y en nuestra revista digital de distribución libre y gratuita.

Quienes deseen reservar sus lugares podrán comunicarse de lunes a viernes de 10 a 17 hs al 440-6670 o escribirnos al correo gestion@padremisericordioso.org. Invitamos también a todos los medios de comunicación a participar presencialmente del encuentro. Para acreditarse, podrán dejar sus datos en las vías de comunicación anteriormente indicadas.

Sobre la obra de Padre Misericordioso.

Nuestro trabajo se articula en tres áreas de intervención: prevención, asistencia terapéutica, e inserción. Para ello, contamos con distintos centros territoriales que nos permiten brindar respuestas integrales a la problemática de adicciones en Rosario y la región.

El conjunto humano que participa del mismo, está integrado por un grupo de profesionales y voluntarios comprometidos en la prevención, tratamiento e inserción de quienes padecen problemas de adicciones y no cuentan con los recursos suficientes para sostener un tratamiento de forma particular, muchos de ellos habiendo estado en esa situación y que hoy eligen abrazar la vida devolviendo las gracias recibidas, en donde se confirma una vez más, el crecimiento como sujeto de la sociedad pero también espiritual.

Hoy en día, Padre Misericordioso cuenta con 32 dispositivos de prevención, de inserción y de asistencia terapéutica en los barrios y zonas más vulnerables de la ciudad. En ellos, se trabaja incansablemente los valores del amor, la esperanza, el diálogo, el compromiso, la solidaridad, la igualdad y la ayuda mutua.

Los dispositivos de prevención, en tanto espacios de contención, acompañamiento, escucha, diálogo y desarrollo de diversas actividades, se presentan como alternativas preventivas ante las numerosas posibilidades de consumo que ofrece la calle. Actualmente, contamos con 8 Centros de Vida y 9 Centros de Niñez.En lo que respecta a la asistencia terapéutica, se ofrecen tratamientos gratuitos, confidenciales y voluntarios desde un abordaje integral de la persona desarrollando modalidades de internación y ambulatoria, de acuerdo a necesidades particulares; y todas están a cargo de profesionales de distintas disciplinas.

Finalmente, los dispositivos de inserción o “Casas de Medio Camino”, están destinados a personas que terminan su tratamiento y no cuentan con un lugar para iniciar su proceso de reinserción. Se les ofrece un hogar donde puedan tener las herramientas necesarias para lograr una autonomía habitacional, laboral y revincularse con sus familias.

En definitiva, y bajo la motivación del Amor de Dios, nuestra misión será siempre abrazar la vida y dignificarla, para que nadie que haya caído en las drogas tenga que sufrir el descarte por parte de una sociedad que recae frecuentemente en el individualismo. Como dice el Papa Francisco, “nadie se salva solo” y toda persona, sea como sea, merece el respaldo y el respeto absoluto por el hecho de serla.