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Pillow. De Horacio Reyes Páez, ganadora del primer premio al corto-ficción del JIIFF (Uruguay) 

Un sueño, lo vas a bailar
(Pillow.)

Voy a hacer un review de “ Pillow’,  le decía a mi amiga Agó en plena carcajada – había visto solamente 2 minutos del cortometraje-.  Intuía lo que después se hizo realidad: su primer premio.

Pillow acaba de ganar el primer premio en cortometraje del José Ignacio International Film Festival ( JIJJ) 2022. Ya está nominado para Cannes también.

El cortometraje de Horacio Reyes Páez es tan dramático y divertido, al mismo tiempo. ¡Es genial! Tiene mucha simbología , muchas aristas.

Particularmente, me he reído, llorado, palpitado, me angustié, fui feliz, me vi, me sentí, me quise un poquito más y también un poquito menos, me sentí reflejada en ese hombre en plena pandemia.  Me emocionó profundamente.

https://vimeo.com/547611048

Pillow cuenta las vivencias de un señor de 65 años durante la pandemia de 2021 y cómo un elemento utilitario como una almohada, pasa a ser su nexo con el mundo de los sueños, su amiga en momentos de Covid19. La almohada se personifica, se torna viva. Para los exquisitos, cabe destacar que se llama Pillow.- sin a o the- lo que ratifica que se le da un nombre propio-. Es la compañera de este trance. Lo lleva a Alexander, el protagonista, a conectar con el más allá, con lo bello de la creación, teniendo como telón al Danubio Azul y lugares emblemáticos de Viena.

“Es un docu ficción, dice Horacio Reyes Páez, ya que tiene formato de documental y partes de ficción. Está protagonizado por Alexander Havraneck- uruguayo-austríaco- de 65 años y quien, en su soledad de cuarentena, encuentra una conexión especial con ese objeto cotidiano que es la almohada; este utilitario se vuelve un puente para los sueños y para vencer la dureza de la realidad pandémica”.

“Ese rigor impuesto,  sanitaria o políticamente, llevan a un confinamiento. Alexander , como un poeta de la vida ( en su vida real es un poeta y hasta ese es su nombre real) logra sortear la severidad histórica de este presente a través de la fantasía, la imaginación y la poesía. Se deja llevar a soñar; no se concentra en lo negativo del lockdown”, culmina Reyes Páez.La idea de Pillow surgió a partir de un curador de obras de arte americano vinculado al MET-  Stephen Ellcock- quien realizó una selección de obras vinculadas al encierro ( 2020) . Comenzó a postearlas durante el lockdown.  Pertenecían a  otras eras y pesqué estas almohadas de 1493,   de Alberto Durero – son 6 sketches dibujados, probablemente, durante un encierro debido a alguna enfermedad-. Durero dibuja este objeto cotidiano, le da entidad, cobra vida. A tal punto que sus sketches esconden su autorretrato”.

“Me impresionó y refleja lo que estamos viviendo en la actualidad con la cuarentena. Las cosas de la vida cotidiana adquieren otro sentido. Pensé en Alexander- hace 5 años que somos amigos y siempre quise hacer algo con él- y lo convoqué . Lo tenía que juntar , digo, a este poeta, con su propia cuarentena y, de alguna forma, con la historia de la almohada de Durero.  Apunté a una conexión, un giro poético también”, concluye Reyes Páez.En 15 minutos nos sumergimos en la enfermedad como camino de sanación; como alternativa hacia un escape para elevarnos, no para caernos. Nos anima a ilusionarnos, a dejar que se dispare la imaginación ( Alexander nos muestra ejercicios para mantener firmes los músculos de la cara); nos deja aceptar la locura como parte del ser humano ( corre 15 km por día en un departamento de 20m lineales reales en su mayor extensión- es decir que lo hace ida y vuelta ); nos permite.  ¡Qué alivio!, ¿Cierto? No hay censura en este mundo de Horacio Reyes Páez. No hay límites a la creatividad ni puerta que se cierre a lo onírico. Hay ventanas con aire puro para atravesarlas junto a nuestros deseos más sagrados. La almohada, con sus diferentes formas- según cada dueño- es nuestra aliada.El actor, Alexander  es un uruguayo  radicado en Viena.  Es tal su interpretación que parece que no hubo ensayo previo. Otro acierto de Reyes Páez. Tan bien elegido, tan natural su actuación que pareciera estar vivenciándolo; transmite las cosas desde el corazón y las emociones que nos atraviesan  a todos los seres humanos.

Ante la pandemia fuimos todos iguales, como lo somos ante Dios. Muchas de las cosas que cuenta el protagonista- que es noctámbulo- nos pasan a casi todos los seres humanos. Esta comunicación que establece Alexander con el espectador es tan singular, crea tanta afinidad que la palabra que define su performance es analogía.

Horacio Reyes Páez tiene el don de ver más allá. En su corto nos pasea por un sinfín de emociones: desde torbellinos hasta momentos de mucha calma.El planteo del corto es universal ya que puede aplicarse a la muerte de un ser querido, a una depresión, exilio, divorcio, soledad; no sólo a la pandemia. Habla de dolor, de locura, de muerte y de esperanza; de sueños, de dejarse llevar por esa música interna. La almohada es el refugio al que uno regresa todas las noches;  la vamos moldeando de acuerdo a lo que vamos sintiendo . Apoyamos nuestra cabeza y así estemos nerviosos, enamorados, cansados, enojados…en algún momento nos entregamos, nos rendimos a la almohada para ir a otra dimensión.

“ La vida es una inmensa madre. Todo lo que uno vive en un sueño es lo que uno lleva en la vida”, reflexiona el protagonista.
Pillow. me abrió interrogantes.

Me pregunto si es más real el alma que la materia; si somos más de lo que vivimos despiertos. ¿Somos un alma que sueña, que quizá visita personas y lugares arropados por nuestra almohada?

Hacia el final, nos va llevando a un lugar placentero, una zona habitada por la esperanza y queremos un bis.

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María Cabeza
©2022