En la muestra, que se inauguró el pasado lunes, se exhiben 300 obras suyas que van desde sus primeros dibujos, esculturas, collages hasta el vínculo con la escritura y la política, donde su impronta se distingue por una fuerte crítica a la religión y al poder a través de creaciones con las que experimentó todos los materiales y formatos. Estas obras fueron donadas por la familia del artista al Reina Sofía y más tarde la exposición será presentada en los museos Van Abbe de Eindhoven y en el Centro Pompidou de París.
En el año 2007 Ferrari fue distinguido como el mejor artista de la LII edición de la Bienal de Venecia y considerado un maestro en la denuncia política. La exposición «La bondadosa crueldad» lleva el mismo título del libro de poemas y collages que el artista dedicó a su hijo Ariel, desaparecido durante la dictadura en nuestro país y por la cual Ferrari tuvo que exiliarse en Brasil.
Su obra «La civilización occidental y cristiana» de 1965 es una fuerte crítica a lo despiadado de la guerra de Vietnam y se ve un Cristo Crucificado sobre un avión de guerra estadounidense. Carlota Álvarez Basso, coordinadora de la exposición, asegura que el MoMA quiso adquirir la escultura original por un millón de dólares y la propuesta fue rechazada. Esta obra no está incluida en la donación.
León Ferrari fue autodidacta y un creador multifacético, un artista con un gran compromiso y sensibilidad social». Dedicó su vida a denunciar, con valentía, rigor y genio artístico, los daños y las consecuencias de las que han sido siempre sus mayores preocupaciones: la religión, las dictaduras, la intolerancia y la guerra.» “Su gran aporte fue buscar formas distintas, novedosas, de insistir con las mismas cosas. Decir lo mismo con nuevas estrategias. En tal sentido León hizo de los lenguajes del arte un arsenal”, resaltó la historiadora Andrea Giunta amiga del artista y curadora de la recordada muestra del 2004 en el Centro Cultural Recoleta, cinco años más tarde esta exposición fue llevada al Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York. Según The New York Times, era al momento de su muerte uno de los cinco artistas plásticos más provocadores e importantes del mundo.