
Ocho décadas de historia convierten a «la Musto» en un faro cultural, donde conviven tradición y presente, y donde generaciones enteras encontraron un lugar para expresarse y compartir.Para la celebración se invita a la comunidad a sumarse con una torta, una pastafrola, un budín o cualquier receta casera que simbolice el espíritu de compartir. La propuesta busca que cada aporte, sin importar su tamaño o elaboración, sea parte de una gran mesa colectiva en la que se unan sabores, memorias y afectos.
De esta manera, la Escuela Musto celebra no solo sus ochenta años de historia, sino también el lazo entrañable que la une a generaciones de estudiantes, docentes, familias y vecinos que a lo largo del tiempo encontraron en la institución un espacio de encuentro y expresión artística.