Francisco Ayala presentó su colección “AA22”, el 30 de marzo en el marco de la edición 56 de Argentina Fashion Week (ARFW) en el Gran Hall de Honor del Palacio Paz en Buenos Aires. Sin dudas, este año la gran novedad es que, por primera vez, el diseñador presenta prendas para hombres.
“AA22” es la continuación de sus últimas dos colecciones: «Ayala Andina » e «Invierno en llamas». Es una invitación a explorar el mundo de los abrigos realizados en fibra de llama y a disfrutar de una serie de prendas únicas de Alta Costura argentina.
“AA22” es el resultado de la alianza entre Francisco Ayala y la marca “Manos Andinas”, un proyecto que combina el diseño textil y el diseño de moda. Esta colaboración es una excepción en la Industria Nacional y tiene por objetivo revalorizar las fibras naturales autóctonas, proponiendo una moda cien por ciento argentina. Además, constituye un marco único para la transmisión de historias que van más allá de la ropa. Asimismo, es consecuente con el comienzo en el trabajo sobre la Identidad Argentina en la Moda que realiza Francisco Ayala. Cuyas premisas se basan en: moda + industria nacional + arte textil + trabajo artesano.
Es esta nueva colección otoño-invierno los géneros para los abrigos son fabricados con trazabilidad ambiental, social y cultural (en Pantanillo, Catamarca), exclusivamente para Ayala. Quien trabajó junto a Marisa Camargo en el diseño de la paleta de colores, y en la elección de los motivos para tejer jacquards, tafetanes y sargas.
Los materiales Premium utilizados son: fibra de llama, lana merino y algodón. También hay géneros tejidos en telar manual que mezclan lanas hiladas a mano con finas tiras de materiales de descarte textil, atendiendo al concepto de Moda Circular.
Por primera vez, Ayala presenta también indumentaria para hombres: sacos, abrigos cortos y el innovador “Poncho de Ayala” con bolsillos, cierre y capucha.
Uno de los detalles más significativos de la colección son los fieltros. Que fueron realizados por la artista textil Susana Larrambebere utilizando vellón de lana, seda natural y gasa. El diseñador los incorporó en los vestidos de gala de seda. Ya sea en negro con fucsia, rojo con pechera, en tiras en la espalda o en la túnica azul Klein con cola y pechera.
Además, todas las prendas estampadas fueron íntegramente pintadas a mano por Francisco Ayala, rasgo muy característico de su trabajo de Alta Costura. Ejemplo de ello son el vestido rosa y borravino de corte estructurado, armado con corsetería interna con mucho vuelo y bordado con cristales.Con respecto a la silueta de esta colección, es muy voluminosa en los abrigos tapados, capas cortas, uncus cortos y largos, y ponchos que contrastan con distintas versiones de estilizados jumpsuits al cuerpo. Que se pueden ver con cuello polera, sin hombros con mangas largas, o con escote Halter. También son de la partida vestidos estrechos tejidos en crochet y otros en telar combinados con sedas elastizadas.La propuesta para la novia es un arquitectónico palazzo de shantung de seda natural gris plata con un abrigo circular envolvente y un gran tocado de crin plata inspirado en las tejedoras andinas.
Finalmente, aros en forma de cascadas de cristales que fueron diseñados exclusivamente por María Costa de “Byzance”, completan cada conjunto.
La apertura del desfile estuvo a cargo de la bailarina Bettina Quinta y fue coreografiada por el estudio de danzas Marga Fernández.