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«Dejar de lado los tonos claros para volver a los castaños, más naturales y clásicos en las mujeres, es también una cuestión de salud capilar»

El pelo castaño sigue siendo uno de los tonos de tendencia en los salones de peluquería. ¿Cúal es el secreto de su éxito? Sienta bien a pieles claras y oscuras, funciona con todos los cortes (bob, pixies, melenas, en capas, etc) y aporta multidimensionalidad al cabello.

¿Más ventajas? “Es uno de los tonos que dan más juego a la hora de un cambio de look, ya que camufla imperfecciones y permite aportar densidad, especialmente en los cortes bob y medias melenas. Además, para romper el monocolor, abraza muy bien las mechas de tonos más claros.Llevamos bastante tiempo viendo que la tendencia eran los aclarados rubios muy acentuados, sobre todo en las partes delanteras, pero esta temporada que viene es diferente. Los cobres ligeramente difuminados son el «must have it», los moka y marrones fríos son los clásicos y el look «Brown caramel» la apuesta más fuerte para la temporada otoñal.

No solo por moda, dejar de lado los tonos claros para volver a los castaños, más naturales y clásicos en las mujeres, es también una cuestión de salud capilar. Hoy dentro de los salones hay mayor conciencia por parte del profesional ya que el cabello es la materia prima con la cual trabajamos. No hay que olvidar que el cabello ya sufre constantemente las consecuencias de numerosos agentes externos (sol, viento, herramientas térmicas, procesos para controlar el frizz): «algo que se acentúa sobre todo en épocas concretas del año». Por lo tanto, no parece muy sensato someter al cabello a decoloraciones muy agresivas sino apostar por las más naturales y próximas a nuestro propio color.Y un consejo más: No te aventures a hacer esta transición por tu cuenta. ¿Por qué? “Este proceso debe llevarse a cabo por un profesional. Para tener un resultado óptimo hay que tener conocimientos muy avanzados de colorimetría y evitar que el cabello tenga reflejos no deseados como los tonos verdosos típicos de aplicar un marrón frío sobre un cabello extremadamente decolorado”. Además, para conseguir el tono ideal, los cambios tienen que ser sutiles y en progresión: “de más oscuro en la parte de abajo a más claro en la parte de arriba para lograr efectos de desgaste naturales”.