Cuando pensamos en un género que no pasa de moda y que está presente cada verano en las propuestas creativas de las marcas de indumentaria, pensamos en el lino.
Y es que el género, aún con su mote de costoso y “arrugable”, es tan antiguo como la misma humanidad y tiene propiedades únicas que lo distinguen de otras fibras naturales.La palabra lino deriva del latín y hace referencia a la planta de la linaza de la cual se origina: Linum usitatissimum, o “lino útil”, sugiriendo con su nombre los beneficios de la fibra. Haciendo un poco de historia, se cree que el lino se cultivó por primera vez de manera sistemática en la Mesopotamia, alrededor del año 5000 o 6000 AC. Los egipcios y babilonios comenzaron a cultivar la lianza y desarrollaron una sofisticada industria del lino, relacionando su uso con un status social superior, ya que era empleado por sumos sacerdotes y en las mortajas de los faraones (que llevaban más de 1000m de lino de la más pura calidad). Los soldados de la antigua Grecia lo usaban como protección y los caballeros de la Edad Media lo vestían debajo de las mallas metálicas como protección adicional contra las flechas. En los siglos sucesivos la asociación con la riqueza y el refinamiento continuó y hoy se asocia con un lujo discreto que se impone a los vaivenes de la fast fashion.Desde esos tiempos a la actualidad, la industria ha evolucionado en la manufactura de la fibra. Así, aproximadamente un 70% del lino se destina al sector de la confección, mientras que el 30% restante se emplea para ropa del hogar.
Los principales países que transforman lianza en hilos y tejidos de calidad son: Italia, Francia, Bélgica, Irlanda del Norte, Alemania y Japón. Hoy en día Europa del Este, los países bálticos y China son importantes productores de lianza. Pero el lino más codiciado, ya sea en forma de hilo, tejido o producto manufacturado, es el que se fabrica en Bélgica, Francia, Irlanda e Italia. Este último también es uno de los mayores consumidores de prendas y ropa del hogar de lino y cuenta además con una de las industrias más avanzadas de producción de prendas de punto menguado.
Desde el punto de vista ecológico, la lianza:
- Ve favorecido su crecimiento con un sistema de rotación de cultivos anual, método que no agota los nutrientes del suelo
- Requiere poca irrigación y energía para procesarse
- Es completamente biodegradable
- Sólo requiere un quinto de los pesticidas y fertilizantes artificiales que se usan para el algodón
- Su vida útil es larga debido a que es 12 veces más resistente que los productos de algodón equivalentes
A pesar de las críticas por sus arrugas, las fortalezas del lino respecto a otras fibras hacen que esas arrugas se lleven con gusto. Las cualidades diferenciales del lino son:
- Absorbe bien las tinturas
- No requiere tratamientos químicos
- Puede blanquearse al sol, evitando el uso de agentes artificiales
- Es higroscópico, por lo cual absorbe hasta un 20% de su peso en humedad o transpiración y la libera a la atmósfera hasta quedar seca al tacto
- No retiene ni bloquea al aire
- No tiene propiedades aislantes, dando frescura a la prenda
- Es termostático y hace que el cuerpo se aclimate a los ambientes cálidos
- No desprende hilachas y no pica
- No absorbe demasiado las manchas
- Cuanto más se lava, más suave y liso queda
- Responde bien al planchado con o sin vapor
- Resiste al paso del tiempo y, por ende, reduce el ciclo de recambio de la prenda (¡ahorro!)
Como vemos, las ventajas del género son muchas y, a pesar de que las arrugas puedan resultar molestas, recordemos que cuantas más arrugas tenga, mayor la pureza del lino y menor la presencia de poliéster.
¡A disfrutar de este antiquísimo y distinguido género siempre presente en las colecciones de verano!
Fuentes
- Hallett C, Johnston A. 2010. Telas para moda. Guía de fibras naturales. Barcelona, Art Blume SL
- https://francamagazine.com/mitos-y-realidades-de-una-fibra-maravillosa/
- https://www.nastasianash.com/tela-de-lino/