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Con un pincel en la mano se puede cambiar el mundo

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“En un mundo de gusanos donde abunda la apatía y el capitalismo, hay que ser corajudo para ser mariposa”

Victoria Ferreyra

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Inicio esta entrevista con esta dato: algunas mariposas beben el agua de las lágrimas de las tortugas para alimentarse. Victoria Elena Ferreyra bebe las lágrimas de los que sufren, las absorbe y transforma en obras que nutren almas. Ferreyra muta, da vida y color: ella es Mariposa.

–Hola Victoria, ¿a qué te dedicas?
–Soy pianista, muralista y pintora; experta en resiliencia y responsabilidad social. Fundé y dirijo el proyecto Pinta Argentina.

–¿Qué es pinta Argentina? ¿Cómo nace?
–Fundación Pinta Argentina nace en 2012 como proyecto personal y en 2014 se convierte en fundación. Es una iniciativa sociocultural por la inclusión y la valoración de la condición humana; brinda visibilidad a nuestras capacidades individuales y colectivas a través de lenguajes universales, aceptando las diferencias.
Desde chica vi y sentí como se maltrata a las personas en condición de discapacidad –mi hermana menor, BEBA, tiene síndrome de Down– y esa desigualdad me llevó a comprometerme con un proyecto a través del arte. Con un pincel en la mano se puede cambiar el mundo. 

–¿Cuál es el objetivo de Pinta Argentina?
La valoración de la condición humana, aceptando las diferencias y enriqueciéndonos con ellas, compartiendo valores como: la solidaridad, la empatía y la equidad.

–Has recorrido el mundo con tu proyecto. ¿Qué países y cómo se fue dando?
Con Pinta Argentina recorrimos más de 30 países y hasta tuve un encuentro con el Santo Padre Francisco, en Roma. De estas rutas tan diversas comenzamos a cosechar premios como el José Martí (La Habana, Cuba), el premio a las artes Guerrero (Bogotá, Colombia), la distinción Evento Pascual (Noruega), otra de la Embajada de Dinamarca, un encuentro de Arte Urbano en New York (USA), Fundación Par, Madrid (España), Arte Urbano en Paris (Francia) y de Naciones Unidas, el premio por la paz y el bien común.

–¿Por qué crees que se te dio este sueño?
–Yo destaco que las acciones que nacen de la voluntad, las buenas intenciones y el trabajo honesto, son recompensados. Yo soy obrera –junto con mi equipo– de una causa con el bien común como protagonista. Agradezco cada día esta oportunidad de ser a través de hacer. SER HACER AGRADECER , repite incansablemente esta artista que, a esta altura de la nota ya me atravesó el corazón.

Pol Goldberg / Filmmaker  @polgold

–¿Algún proyecto durante la Pandemia o la sensibilidad del artista coarta la creatividad al estar encerrado?
–¡Nunca! Yo sigo, ¡Lo mío es 24/365!
Pinté una serie de 18 cuadros que me sostienen en este momento de pandemia. Me liberan del confinamiento. Los voy a vender (son mariposas y pinté una por cada día de cuarentena y seleccioné algunas). Con ese dinero sigo bancando Pinta Argentina. ¡Vos me compraste el primero!–¿Qué has recibido al abrir tu corazón?
Yo tengo TDHA: trastorno de hiperactividad y dispersión y vuelco esa manera de ser en el hacer, en dar al otro. Me siento útil y es lo que me ayuda a cargar mi propia mochila. Siento mucha gratitud y paz.

–Cuándo te cruzás con una mala acción ¿Qué hacés?
Cuando empecé este camino juré que jamás me haría la boluda con una situación que mereciera ayuda y así lo cumplo: Nunca me hago la distraída con lo que pasa por delante de mis ojos.

–Sos pianista. ¿Tocás para vos, en algún lugar?
–La música está en mí desde chica; me preguntaban que iba a ser cuando fuera grande y yo respondía: “MÚSICA”. No toco en público, el piano es mi alma, mi escondite de lo malo que pasa en el mundo; aún necesito que sea para mí. Por el momento conecto las vibraciones de los colores con mi sentires musicales y sé que eso es el dato de color de mi obra personal. Si el alma del espectador se conecta con la simplicidad de mi arte, escuchará música.

Sigue… y no la quiero parar: ¡que vuele!

La música es mi infancia, mis hermanos, mi papá, mi mamá; el piano es mi Macondo de García Márquez. Ahí está toda la magia de mi vida.

–También sos muralista; contame.
–Soy muralista por accidente. No tenía más dinero para sumar a nadie en mis rutas de talleres de arte y resiliencia en el interior de Argentina y me lancé a pintar. En Santiago del Estero, donde tengo uno de los talleres de resiliencia para gente con discapacidad, un niño me dijo: “ Seño, haga una mariposa”. De espaldas a la pared, extendí mis brazos, un pincel en cada mano. Había pintado mis primeras alas.

–¿Qué encontraste en el muralismo?
–Un impacto visual que conecta fuerte con la mirada de quien lo observa. Es un trabajo con la comunidad. El muralismo debe ser por y para el otro.

–¿En qué se diferencia un grafitero de un muralista?
No lo sé, pero hay arte.

–¿Quién es artista?
–Creo que sólo el tiempo puede llamarte artista. En mi caso soy pintora y obrera del arte.

–¿Una creencia?
–Creo en todo lo que está del lado del bien.

–¿Todos los seres humanos somos resilientes? ¿En qué se basa la resiliencia para vos?
–Resiliencia es la capacidad de transformar adversidades en fortalezas. La adquirís a través de tu camino en la vida. Sorteás los obstáculos utilizando ciertos recursos como desarrollar la empatía, la creatividad, pensar que eso también va a pasar, apoyarte en tus convicciones, en tu ser espiritual.

–¿Qué lugar ocupa el amor en tu vida?
Todo. El amor es mi motor, el resto, es el resto.

–¿Por qué mariposas?
–Porque simbolizan la fragilidad de la vida y la belleza y porque, donde ellas están, es por que aún hay vida. Son la transformación constante, el color en forma de vida.
En ellas encuentro a las almas de quienes ya no están en este plano. –¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte?
–La vida: una gran oportunidad.
La muerte: un hecho.

–¿Somos solidarios? ¿Tenemos memoria?
Ser solidario es una elección que nace del espíritu más sincero de las personas. Es un trabajo diario. Y no, no hay memoria empática; si existiera no habría daños.

–¿Te ves reflejada en una mariposa? Digo, una mariposa es resiliente, cambia, se transforma, vive intensamente, es colorida, alegre…
–Mi pareja dice que soy una mariposa que habla con z. Los mellizos, mis sobrinos, desde que hablaron me dicen: tía pupusa, que es tía mariposa. Por lo tanto, si es por resiliente,i ntensa, y por la transformación, soy una mariposa, entonces. –Una buena persona ¿Nace o se hace?
–Se nace. Es mi opinión; no se cuál es la verdad de todo esto.

–¿Qué te hace feliz? ¿Qué te entristece?
–La vida, la buena salud de mi familia y todos los que amo. El amor, el alimento, los colores, la música. Eso es felicidad. Las buenas personas también me hacen feliz.
Me entristece la estupidez humana, en cualquier sentido.

–¿Los seres humanos somos unos incapaces que nos la creemos e involucionamos cada vez más?
–Te lo respondo un año pasada la pandemia.–¿La tecnología vino a sumar valor?
–En los egotistas potencia su maldad y avaricia. En los buenos, seguro genere oportunidades: pero los malos deben dejar a los otros hacer el bien y eso, cuesta en este mundo.

–¿Algo que quieras agregar?
–Agrego deseos:
Una humanidad digna de la vida.
Que la gente sea agradecida por el don de la vida, y sea generosa y solidaria antes de morir.
Deseo ser mamá, quiero adoptar y anhelo que cambien las leyes del egoísmo por unas accesibles y simples para todos.
Juntarme pronto con mi madre, mis hermanos y amigos a comer.
Llenar al mundo de mariposas.

La tomo de la mano, ese es mi deseo.
Una mariposa de cristal se posa en nuestro afecto. La humedecemos con nuestra emoción.

@pintaargentinaok

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María Verónica Cabeza / IG @mariacabezawriter