Es fundamental ser claro con la información que se brinda, ni los más instruidos a veces comprenden lo que está escrito en las etiquetas.
Esta estrategia para “camuflar” la información permite vender alimentos ultra procesados a gran escala, pésimos para la salud.
En el artículo número 2 de La Revista del Siglo abordé el tema, tratando de explicar la importancia de incorporar alimentos en el estado más puro posible.
Recordemos que un alimento ultra procesado es aquel que está elaborado en la industria, viene envasado, y no suele contener nutrientes en su forma natural.
Además contienen altas cantidades de grasas, sal y azúcar y por lo tanto, no sólo son perjudiciales y adictivos sino que tienen bajo poder nutricional.
Hice hincapié en el hecho de que debe primar el CRITERIO a la hora de comprar comestibles, porque los rótulos de los envases y paquetes que los contienen incluyen siglas o nombres imposibles de comprender.
Podemos inferir que los alimentos, cuanto menos manipulados estén más saludables son, por ejemplo, elegir frutas y verduras (preferentemente orgánicas) en vez de postres o tortas, adquirir pescados y no hamburguesas, salchichas u otros rebozados.
Por una alimentación más sana y consciente!
