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El plato del día: Monólogo de Ari Cekci (entrada y principal). Postre: mi firma

“Yo sólo pregunté y él cocinó la nota”

Hola, mi nombre es Ari; nací en Estambúl, Turquía , el 16 de abril de 1974 . Soy de origen armenio, nacido en Turquía porque sufrimos un genocido y la gente que se pudo escapar terminó en tierras turcas, Mi familia fue una de ellas.

Tuve una infancia muy feliz; me acuerdo de los veraneos en Turquía, en las islas, las playas muy diferentes a las de acá (Argentina) que tienen piedras. Tengo grabado el sonido del mar de allá. No teníamos playas de arena en las islas en las que veraneábamos, será por eso que el sonido era distinto, el agua chocaba contra las piedras.

Llegué a la Argentina en 1983, post guerra e inicio de la democracia aquí. Mis tíos ya estaban instalados en Argentina desde el 74 y persuadieron a mis padres para que se vinieran para acá porque en ese momento era un poco dificil vivir en Tuquía siendo armenio y profesando otra religión. Nosotros somos cristianos y los turcos son musulmanes.

Después de terminar el secundario, egresé de la escuela armenia de Viventa López y me puse a estudiar administración gastronómica. Me recibí en el 95 de el Técnico Superior en Adminstración Gastronómica. Desde ese entonces trabajo dentro de una cocina.Mi suegro y mi tío tenían  una banda de música y tocaban y animaban fiestas para la colectividad y se les dio la oportunidad de ponerse un restaurant. Comencé a trabajar con ellos; esos fueron mis primeros pasos en la gastronomía armenia.

Las pasantías las hice en Gato Dumas de Recoleta y con un chef francés que se llamaba Luik, en el Club del Vino en la calle Cabrera de Palermo. Tengo muy buenos recuerdos y vi por primera vez una cocina en funcionamiento

Luego fui probando y cambiando: cada cocina tiene su persdonalidad, cada jefe de cocina tiene un estilo y le gusta trabajar de un modo diferente lo cual me dio la capacidad de aprender y adaptarme a cualquier superior. Con el paso de los años me nombran jefe de cocina del hotel Conte en la calle Bartolomé Mitre y 9 de Julio durante 7 años. Una muy grata experiencia.

Intenté dejar esta profesión varias veces porque, sinceramemte, es un trabajo muy agotador, muy arduo y te quita muchísima vida social pero no pude; lo extrañaba,   necesitaba volver a los fuegos, a la adrenalina de un despacho, a esa cosa que solamente un cocinero puede llegar a sentir. Es inexplicable. Es un trabajo muy estresante que requiere de mucha concentración y aprendizaje pero tiene algo que es invaluable: compañeros de trabajo de los que tengo grandes recuerdos de noches y noches y la cervecita al final; la juntada y las discuciones y charlas sobre el despacho y ese tipo de cosas. Es un mundo aparte.

Me considero cocinero, no chef. No se si por una cuestión dialéctica porque en definitiva es casi lo mismo. El chef quizá es un poco más renombrado; para mí hace más una tarea administrative y, el cocinero, es el que está realmente a cargo de la cocina.

El chef plantea el menú y el cocinero es el que lo lleva acabo.  Yo soy parte operativa dentro de las cocinas.  Mi primer experiencia independiente fue en el 2002.  Me dieron la conseción de un club armenio en San Isidro durante una temporada ( trabajo mucho dentro de la comunidad y fue un gram aprendizaje el que me ayuden y ayudar ).

Cuando voy a un restaurant tengo buenas y malas experiencias; no soy de salir mucho porque no tengo tiempo pero soy un poco crítico. A veces lo menciono. Depende de cuan grosero sea lo que estoy probando. Contrariamente, en casa de amigos o familiares, soy muy abierto a la hora de la comida y como lo que me dan. Mis amigos no tienen el miedo de “! Uy viene Ari!”; No! Yo, con un sandwich, más que satisfecho.

En 2017 me sale la posibilidad de hacerme cargo del restaurant de un barrio privado llamado Las Liebres- en el cual estoy hoy en día-.  Aplico toda la experiencia adquirida y tengo muy buena respuesta del público. Estoy muy feliz con mi trabajo actual y repito, con ser cocinero, a pesar de que te quita muchas cosas. Lo que implemneté, gracias a Dios, me dio resulltado.

Disculpame Ari pero no pude meter bocado. Entre tu historia que es fascinante y el plato del día que devoré, no te interrumpí.

Sólo para justificar mi firma, ponele, te pregunto:

–¿Cómo está formada tu familia?

–Mi familia: Victoria de 14, Helena de 4 y mi mujer Verónica, con la que llevamos juntos 26 años.

 

Gracias Ari!

¡De nada! Te doy unas medialunas para el desayuno.

Y…


María Verónica Cabeza / Copyright2021 / IG @mariacabezawriter