Con quien hablemos en el trabajo, en la cola de algún supermercado, banco, en la sala d espera de algún espacio, en los grupos de amigos, en los bares, etc., entendemos rápidamente cuando alguien nos manifiesta la palabra bullying. Claro la diferencia radica que muchos años atrás no se nombraba de esta manera y solo se decía que había alguien que nos molestaba, o que tal o cual niño o niña era molesto y nada más. O se comenta a la salida entre las madres que tal niño/a o adolescente era agresivo.
Pero así como ha crecido demográficamente la sociedad también ha crecido la violencia y el hostigamiento escolar. Es más, hoy la violencia está presente en vivir diario, es casi antropológica
Bullying es una palabra inglesa, también conocida como “acoso escolar” u “hostigamiento escolar“, bullying está compuesto por la voz “bully” que quiere decir “matón” o “peleón” más la terminación “ing” que indica la acción o el resultado de una acción.
El bullying o acoso escolar tiene efectos negativos en la salud física, el bienestar emocional y el rendimiento académico de los niños, especialmente si dicha violencia se repite en el tiempo o es severa, además de influir en el clima escolar dentro de la institución. El problema se acrecienta debido a que también en los tiempos que corren no solo se termina el acoso, cuando el niño/a, adolescente se retira del establecimiento, sino que continúa por las redes sociales o grupos de whatssap, lo que se llama ciberbullying. Entonces el asedio es permanente, no hay forma pareciera de escapar de él.
Entonces podemos definirlo como la exposición que sufre un niño/a, adolescente tanto a maldades físicas y/o psicológicas en una institución educativa. Este acoso puede ser por parte de otra persona o por un conjunto de ellas y de manera intencionada y reiterada. Esto es lo realmente asombroso, la intencionalidad de dañar, generalmente cuando se hace en grupo hay un líder, pero este líder lo que no sabe ni él ni el grupo de sus “seguidores” que es un líder negativo, y que realmente se está atacando a líder positivo, pero este, es víctima y no sabe ni detecta que el también es líder y que por eso sufre semejante hostigamiento.
Lo cierto, es que estos actos violentos se suelen generar durante el recreo, pero también podemos encontrar el acoso escolar o bullying en otras situaciones: en la fila para entrar a clase, en los baños del colegio, los pasillos, en los cambios de clase, al entrar y salir de la escuela, en el transporte o en el comedor.
Es complicado estimar la prevalencia del bullying, ya que los profesionales en la materia concuerdan en señalar que hablamos de un problema bastante recurrente. Sin embargo, se considera que 50% de los niños y los jóvenes adultos tienen la posibilidad de haber sido víctimas de bullying alguna vez en su vida.
Existen varias Clases de bullying
- El bullying psicológico
Es el ataque a la autoestima del niño/a, adolescente e intentan producirle temor. En este caso el acosador, mantiene una persecución, manipulación y amenazas sobre su víctima, estas acciones fomentan la sensación de temor haciendo que baje su autoestima. Este tipo de maltrato es difícil de detectar ya que las señales del hostigador pueden ser una mirada, una cara desagradable, un gesto. El agredido se hace cada vez más vulnerable e indefenso, pues percibe que en cualquier momento esta amenaza se materializará en una más contundente. Entonces la victima puede empezar a tener ataques de pánico, bajo rendimiento escolar, no querer asistir a la escuela, quedarse más tiempo encerrado, evitar salir y mantener vínculos sociales.
- El bullying verbal
Está caracterizado por todo tipo de insultos, apodos, sobrenombres, burla, desprecios, ataque hacia los defectos físicos y siempre será de manera pública. Este tipo de acoso causa en la víctima un gran daño psicológico, debido a que afecta su conducta, induciéndolo a aislarse del medio en que se desenvuelve por temor a ser humillado, evitando de esta manera cualquier contacto con sus compañeros. Pudiendo presentar en la adultez agorafobia.
- El bullying sexual
Aquí la intimidación es sobre la sexualidad de la víctima. Este tipo de maltrato también ocurre cuando se toca a una persona en sus órganos genitales, aprovechando que está distraída. Cuando se presiona y se lo/a obliga a hacer algo que no quiere, por ejemplo, ver pornografía. En este tipo de bullying se puede incluir el comportamiento homófobico, que es cuando el maltrato está orientado a la sexualidad de la víctima, bien sea por motivos homosexuales reales o imaginarios.
- El bullying social
Esta clase de acoso escolar se genera una vez que el acosador dictamina aislar a su víctima, difunde rumores, convence a otros chicos para que no hablen con él o lo humillan en público para que el acosado se sienta aislado.
- Ciberbullying:
Es un tipo de bullying que pasa por medio de celulares, tablets, pc, etc. En dichos casos el acosador frecuenta mandar mensajes o correos electrónicos desagradables; dar a conocer rumores por medio de las redes sociales, imágenes y vídeos denigrantes, así como generar perfiles falsos para atacar a la victima
¿Cómo detectar si un niño/a o adolescente está sufriendo bullying?
Empiezan o suelen manifestar inconvenientes de memoria, complejidad en la concentración y atención, bajo rendimiento estudiantil. Depresión, ansiedad, irritabilidad, falta de hambre, dolor de cabeza, malestar generalizado, cansancio, sensación de ahogo, etc. Separación social, apatía e introversión No querer ir a la escuela, ni juntarse con otros chicos. Sentimientos de culpa. Conductas de huida y evitación. Negación de los hechos e incongruencias. Llanto incontrolado, respuestas emocionales extremas. Ideas e intentos de suicidio. Alteraciones en el sueño y Trastornos de alimentación
¿Cómo prevenir, concientizar y visibilizar el bullying?
Es una tarea conjunta tanto de los padres, el personal educativo y Ministerios de Educación los cuales tienen un rol importantísimo para desempeñar en la prevención del acoso escolar. Se debe explicar y concientizar en qué es el bullying y cómo enfrentarlo de manera segura. Asegurarse de que los niños/as y adolescentes sepan cómo recibir ayuda. Manteniendo o creando líneas de comunicación seguras y eficaces. Se debe hablar con los niños/as, adolescentes de forma regular. Escucharlos. Conocer a sus amigos, preguntarles sobre la escuela y comprender sus preocupaciones.
El acoso escolar es una tarea cotidiana, que no solo debe quedar en manos de la institución educativa, es una intervención permanente, tanto en casa, como en la escuela, o en las actividades que lleven a cabo los niños/as, adolescentes.
