En la actualidad el avance en el terreno de la salud mental, nos beneficia a visualizar y acercarnos a las mujeres patológicas integradas, cuando digo patológicas me refiero a las investigaciones científicas que nos proveen de actualidad para poder distinguir las diferencias entre neurosis y enfermedades psiquiátricas, entrando a esa barrera limítrofe que presentan ciertas estructuras psíquicas.
Las psicópatas integradas, solo pueden conocerlas fehacientemente aquellos seres humanos que las padecen.
Realmente estas patológicas no llegan al consultorio, porque nunca se angustian. Pero si muestran una falsa empatía, que hace que sus víctimas duden tanto, que llegan a perder el faro de su vida, de sus actos, sentimientos y conductas.
Es muy difícil en las primeras sesiones mostrarle al padeciente, que está enterrado/a en una red que manipula, maneja y ejecuta la psicópata.
Lamento tanto cuando un paciente sea de cualquier género llega desbastado al consultorio. Sin saber para donde salir corriendo. Porque en estas mujeres premia la violencia física, verbal, psíquica y hasta corporal.
Cuando llega una víctima de una psicópata integrada, tenemos que fortalecerlos muy de a poco, para poder abrir su pensamiento (cognición) el cual se encuentra atravesado por la culpabilidad que le inyecto la lunática.
En lo coloquial de la vida, se cree que es una patología exclusiva del hombre ¿Te asombrarías, si te digo que es parejo?
Cuando hablo de psicopatía, no estoy hablando de asesinos/as en serie, todo lo contrario, de esos hay contados con el puño de la mano.
Las realmente peligrosas, son las desequilibradas mentales orientadas. Muchas de estas psicópatas están adaptadas en nuestra sociedad, están entre nosotros y pasan totalmente desapercibidos, poseen una habilidad adaptativa espeluznante. La gran mayoría no comenten ilícitos penales; pero son altamente nocivas para la sociedad, para su entorno laboral y para las personas con las que se relacionan, sobre todo parejas, familia e hijos.
Estas mujeres con rímel y zapatos de tacón viven entre nosotros y que lejos de cometer actos horrendos visibles, convierten la vida de otras personas en un verdadero infierno, son las mujeres “psicópatas socializadas” con las que convivimos a diario. Madres, amigas (por un corto espacio de tiempo), esposas, novias, y cualquier otro rol que puedan ejercer en su cotidiano vivir.
Estas “mujeres monstruo” habitan entre nosotros, están dotadas de un gran encanto superficial con un carácter seductor y persuasivo, se muestran simpáticas, afables, ingeniosas, divertidas y aparentemente empáticas, pero realmente son mujeres manipuladoras sin entender los sentimientos. A través de su manipulación logran atraparte en su red cruel y terrorífica.
Tienen tres cualidades fundamentales
- Ocultamiento de la verdad, simulando buenos propósitos e intenciones, expresan emociones que ni sienten ni poseen y sobre todo ¡La gran capacidad para fingir lo que no son! son impostoras y excelentes actrices con una gran capacidad interpretativa capacitadas para victimizarse y conmover con su verborragia a cualquier sujeto con una elaboración inusitada de mentiras.
- Poseen una faceta increíblemente egocéntrica y dañina. Su foco esta en obtener el dominio y el control de su entorno, con un solo fin: alcanzar sus objetivos y obtener beneficios. Su satisfacción perversa es lograr su cometido de dañar voluntariamente a otros.
- Hay una gran utilización para engañar así como su desinhibición para expresar amenazas. Debido a que estudian perfectamente a su víctima a través de la falsa empatía, ayuda y comprensión, pero en realidad están obteniendo información que usaran más adelante cruelmente.
Su carta de presentación es mostrarse como “la mujer ideal” y contando en forma permanente todo lo que han sufrido, pero en realidad te están anticipando el calvario que te harán vivir.
Se muestran frente a su presa como mujeres con cualidades altruistas, maternales (la vedette de estas mujeres espanto), defensoras de derechos, de la justicia, creando una personalidad muy atractiva, consiguiendo la admiración y compasión de su interlocutor.
Las mujeres psicópatas, manifiestan agresividad psicológica. Por ejemplo, son hábiles despejando rumores. Se pavonean en el arte de la manipulación, chantaje, control y la humillación. Desgastan a sus víctimas psicológicamente desventándolas, dejándolas anuladas, inactivas, aniquiladas en todo aspecto.
Cuando dudes de ti mismo rápidamente acude a un profesional de la salud mental, mientras vas actuando de la siguiente manera:
- Deja de culparte a ti mismo.
- No te dejes manipular.
- No tengas miedo de romper lazos.
- Deja de dudar y cubrir a la psicópata integrada.
Ten siempre en cuenta que estas mujeres, obtienen su alimento en el dañar, menospreciar, desvalorizar, desprestigiar a su entorno, es una especie de combustible adictivo.
