Conocido como “el artista pandémico”, a partir de un paso trascendental que dio en su vida en la época de la epidemia de Covid, Andrés Daniel Rodríguez es un hombre polifacético: odontólogo y docente de profesión, ex empresario gastronómico de bares y boliches, combina sus aclamadas pinturas con el stand up. En este marco, se apresta a inaugurar una muestra en Espacio Arte Rosario (San Lorenzo 925) este viernes 26 a las 21. Con la excusa de esta exposición, el diálogo transcurre sobre sus aventuras de estos últimos cuatro años y acerca del humor, ese motor vital que el artista pone de relieve a cada paso.
-Te describís como un artista pandémico contemporáneo; ¿qué inspiró a que empezaras a crear arte durante la pandemia?
-Yo creo que fue una combinación de tiempo libre, locura, creatividad y unos acrílicos que tenía en casa. Tal como les pasó a muchas personas al hacer diversas cosas, algunos empujados por la necesidad económica y otros por ocupar el tiempo y poder sobrepasar en encierro. En este punto pienso que lo único que trajo de bueno la pandemia es que mucha gente comenzó a pensar que la vida iba por otro lado, llamale viajes, arte, familia, amigos, etc. El que tu mente esté ocupada hizo para mí una motivación que luego terminó siendo un disfrute total y el día de hoy una forma de expresión.-¿Cómo describirías tu estilo artístico, qué técnicas utilizás principalmente?
-No sé si tengo un estilo definido, las obras van saliendo, muchas tienen algo que decir, algo de cubismo, algo de abstracto. No sé cómo explicarlo, generalmente si es una pintura viene una idea y trato de hacerla, a veces sobre la marcha salen otras cosas y bué… Las esculturas según los materiales que tenga se van creando y mutando. Todo es prueba y error. Soy autodidacta, lo que implica frustraciones y logros donde uno va aprendiendo formas, técnicas y usos de diferentes materiales que por ahí no son convencionales. Tratás de hacer algo y sale otra cosa, algunas están buenas, otras no.
-Tus obras se destacan por usar materiales poco convencionales, como maderas viejas, puertas y vidrios. ¿Qué te llevó a elegir estos materiales y cómo influye en el proceso creativo?
-En realidad por la situación de pandemia empecé a pintar sobre cosas que tenía en casa, sábanas o manteles viejos, los cuales pintaba con una pintura sintética de pared y generaba una base para empezar a crear algo, unos acrílicos que había en casa, un buen malbec y listo. Luego se me ocurrió montarlos sobre puertas o ventanas que encontraba en la basura, que cumplieron la función de marcos: me encantó la idea. Después de pintar algunos cuadros pensé: ya soy un artista, jajaja y comencé a realizar esculturas con cemento, alambres, cartón, piedras, etc. Desde ese momento, según las cosas que encontraba mi estado de ánimo empecé a jugar y crear.Te cuento: un día estaba en Córdoba y caminando dentro del rio, en el fondo, veo una piedra grande que para mí era un rostro; mis amigos decían que no estaba bien de la cabeza, que sólo era una piedra. Luego en casa, combinando otros materiales, surgió la escultura hoy llamada “El viejo gladiador”. El uso de materiales y las técnicas están directamente relacionadas con la locura de uno y principalmente por la creatividad. A veces va tan rápida que te quema la cabeza, a veces es nula.
-Además de artista sos odontólogo, docente y hacés stand up. ¿Cómo lográs equilibrar esas facetas de tu vida?
-Sí, soy odontólogo. Pero si lo ves tiene mucho de arte nuestra profesión, se relaciona con la sonrisa, que es una forma de expresión, la estética, la proporcionalidad y sobre todo ver a la persona que disfruta cuando hacés un buen trabajo. Al igual que un cuadro, una escultura, te sentís muy bien… Mejor si paga ¿no? Jajaja. Es una mezcla de egocentrismo con placer que te motiva a seguir.
El stand up también surgió de una necesidad podríamos decir de abstinencia jajaja. Yo había estado vinculado con la noche, trabajé y tuve boliches, y también un bar durante muchos años. De golpe dejé todo y me dediqué sólo a la profesión, pero necesitaba algo de adrenalina extra. Así que tomé un curso, una cosa llevó a la otra y terminé haciendo un show durante 10 años con un grupo llamado Fulanois Stand Up. Nos fue muy bien, estuvimos en la tele, el City Center, Teatro Atlas, Buenos Aires, fuimos durante tres años artistas exclusivos en el Pellegrini Concert. Lo disfruté mucho; por ahí no los que veían el show jajaja. Hoy, de vez en cuando me llaman para subirme al escenario, pero ya estoy viejo, jajaja. Resumiendo, decía Pancho Ibáñez: todo tiene que ver con todo.
-Actualmente tenés obras en el Palacio Barolo de Buenos Aires. Podés contarnos más sobre esta obra y cómo llego a estar allí. ¿Estás preparando también una muestra en Rosario?
-Con mis obras en el Palacio Barolo fue así. Me llegó una convocatoria de artistas, mandé un mensaje para ver las bases, me contacté con Eugenia Melin, la cual estaba a cargo de la muestra, y le pregunté si ella consideraba que mis obras estaban a la altura del evento. Mandé unas fotos, se las mandaron a la curadora, dio el ok y guau… en una semana estaba exponiendo el Palacio durante todo el mes de julio. Una experiencia fantástica, muy contento.
-Estas preparando también una muestra en Rosario.
-Al mismo tiempo de la muestra en Buenos Aires llega una propuesta para organizar una muestra en Rosario, específicamente en Espacio Arte. Su dueña y artista Vali Carreras me llama y me convenció para exponer mis obras en su galería. Así que dijimos: lo vamos hacer. Pero algo diferente: un verdadero evento que incluya la muestra, amigos, gastronomía, una buena copa de vino, música y humor de la mano de mi amigo Coco Castillo. Con algunas sorpresas más. Un momento para disfrutar y mostrar arte desde varios lados. Seguramente será una gran noche. Así que los esperamos a todos el viernes 26 de julio a las 21 en Espacio Arte.
-Mirando hacia atrás, ¿cómo sentís que la pandemia ha moldeado tu identidad como artista y qué proyectos a futuro tenés en mente?
-Como te decía, la pandemia hizo que las personas encuentren algo más profundo, algo que tenían escondido o dormido en su interior y cada uno buscó la forma de sacarlo. A mí me pegó por el arte plástico, pero si miro hacia atrás muchas cosas que hice estuvieron relacionadas con el arte. Sí te puedo decir que hay que salir un poco de la estructura en la que estamos acostumbrados a vivir, probar, equivocarse, volver a probar, experimentar, no tener miedo al qué dirán, que la autocrítica sirva para crecer, no para aniquilar proyectos, ideas… De eso se trata la vida, salir de la monotonía, atreverse a jugar y sobre todo que la mente esté activa y, como siempre digo, que las cosas que uno haga sean “Anécdotas para tu velorio”. Las otras cosas que dejás, se la reparten entre los parientes jajajajaja.
-¿Los proyectos a futuro?
-No sé, el tiempo dirá, por lo pronto ser buena persona, seguir trabajando, creando y sobre todas las cosas tratar de disfrutar los momentos.