Ciudad del departamento de Canelones, el balneario uruguayo de Atlántida reconvirtió su antiguo jardín zoológico en un espacio público temático e inclusivo bautizado Parque Azul que está abierto al público todos los días de 10 a 19,30 horas para toda persona sin importar su edad o condición porque cuenta con elementos de accesibilidad como baños, juegos adaptados, espacios de calma y cartelería inclusiva orientada a las necesidades de quienes sufren Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Tras la reubicación de los animales que estaban en cautiverio en el zoológico, como parte de la gestión que lleva adelante el alcalde Gustavo González, se realizaron nuevas obras en un área de 5578 metros cuadrados construyéndose un anfiteatro en la anterior jaula del tigre, un laberinto de los sentidos, un puente interactivo, un rincón de los abrazos, un rincón de la calma, una ronda de la amistad, un área de juguetes compartidos y un sector de juegos infantiles.
Además, se instalaron nuevos pavimentos que generan accesibilidad universal al espacio y se acondicionó tanto la huerta como el vivero de plantas psamófilas que ya venían siendo desarrollados por parte de la comunidad.
“Pusimos en la agenda de derechos a los espacios disponibles, en 2016 una organización de padres de chicos con TEA se lo propuso a nuestro Intendente Yamandú Orsi que inmediatamente generó el expediente para, con nuestro acuerdo en todos los puntos, que vino a nosotros, estuvimos de acuerdo en todo e iniciamos un lindo proceso”, afirmó el jefe comunal Gustavo González, quien resaltó la labor municipal y del programa Oportunidad Laboral.
La máxima autoridad gubernamental local calificó al Parque Azul como “un lugar de encuentro y de pertenencia de la comunidad que no deja afuera a esas personas que muchas veces se encuentran con que los espacios públicos le resultan hostiles”.
Por su parte, el responsable del área de discapacidad de la intendencia, Federico Lezama, explicó que estos lugares de encuentro benefician a las personas con autismo permitiéndoles socializar sin tener que vivir en soledad.
Sobre un diseño del arquitecto Guillermo Duque, las obras fueron financiadas mayormente por el municipio local con trabajo de su cuadrilla más el aporte de la Unidad Ejecutora de Obras de Arquitectura bajo supervisión de la Dirección de Acondicionamiento Urbano de la Dirección General de Gestión Territorial.
También participó la Dirección de Espacios Públicos, la Dirección de Vivienda y la Dirección General de Gestión Ambiental, entre otras unidades y direcciones del Gobierno Departamental.