Lina fue la primera mujer nominada a los Oscar en 1976 por Mejor Dirección, por la estupenda e inolvidable cinta Pasqualino Settebellezze. La cineasta, que comenzó como asistente de Federico Fellini en «La dolce vita» y «8 1/2», rápidamente encontró su camino retratando la vida de los habitantes del sur de Italia a partir de su ópera prima «I Basilischi» (1963). Se dio a conocer a principio de los años 70 con dos títulos: Film de amor y de anarquía y Mimí metalúrgico herido en su honor, celebrados en su momento por su divertida desinhibición ideológica.
Comenta el crítico español Enrique Martínez-Salanova Sánchez «Me llamó la atención su película, Mimí metalúrgico herido en su honor ( Mimí metallurgico ferito nell’onore) de 1973, que llevé a un debate y que dio mucho que comentar. El personaje, un líder sindical, comunista, inmerso en todas las contradicciones sociales y políticas de la postguerra que hace el ridículo más espantoso de su vida al querer vengar una supuesta infidelidad conyugal. El el fondo Mimí, es todo un macho público y político que queda en el mayor de los ridículos por la falta de control de sus emociones.
A partir de ahí, sus visiones de mujeres protagonistas, un tema que tanto he seguido en mis estudios cinematográficos. Para denunciar la situación de desventaja de la mujer, Wertmüller situaba a menudo a sus personajes femeninos en situaciones brutales».
«En general, las películas de Wertmüller reflejan sus propios compromisos políticos, siendo sus principales protagonistas o bien anarquistas o bien feministas (o ambos), y la acción principal se centra en conflictos de naturaleza política o socio-económica. A pesar de ello, las películas de Wertmüller raramente son didácticas, y a menudo reflejan sus propias sensibilidades iconoclastas».
Cuando se le preguntaba a Lina el por qué hay tan pocas mujeres con opciones a galardones como el Oscar: «Demasiados hombres en los comités que deciden esos premios y en todos los comités en general. De todos modos, los premios son como mariposas de colores, que terminan volando lejos».
Fiel a su compromiso por los derechos de las mujeres, cuando recogió el Oscar honorífico en 2019, pidió que la estatuilla pasase a tener un nombre de mujer, proponiendo que se llamase Ana. Lina Wertmüller ha muerto a los 93 años en Roma, ciudad que la vio nacer el 14 de agosto de 1928 . Con ella se va uno de los últimos referentes de los grandes cineastas de los 60 y 70, sucesores del neorrealismo italiano.
