El sexo oral sigue siendo motivo de consulta, o quizás también un pendiente en muchas parejas que acuden a terapia, que se da por falta de encuentro sexual satisfactorio o no poder desinhibirse antes ciertas prácticas como esta que vamos hablar hoy.
Algunos les parecerá increíble que ciertas personas no requieran de esta deliciosa práctica, o que la confundan con la previa, y nada más lejos que ser una previa, es bajarle la categoría.
Cuando practicamos sexo oral nos debemos centrar o prestar más atención a las sensaciones de la persona que está siendo por llamarlo de un modo la protagonista, pero te adelante que cuando podés disfrutar de la práctica oral, no sé quién de los dos es mas protagonista de ¡tamaña vivencia!
La mayor queja es que sienten arcadas, sea cual sea quien lo realiza, también muchas personas más perceptivas a los olores tienen el pre concepto que las zonas erógenas genitales, tienen feo o mal olor, como primer medida ambos deben estar bien higienizados para la práctica porque lo que es una sensación puede ser algo tan real y desagradable como deserotizante. También hay casos en donde solo se ocupan del clítoris y se olvidan de besar y acariciar toda la vagina en sí misma.
Mientras se va realizando el mismo podemos ir indicando, no como policías, pero si conduciendo a nuestra pareja que parte nos gusta más con que intensidad o como me gustaría que lo hagas, más que nada al principio de la relación cuando casi tenemos nulo conocimiento de la piel de nuestra pareja sexual.
Voy a explicar mejor, para que algunos no se me enojen, los que no encuentran placer, los que DAN y nada más lejos de la obligación del DAR. La persona que lo realiza, fisiológicamente, no recibe ningún placer, pero psicológicamente sí. “El hecho de querer provocar placer en otra persona, llevar a cabo las acciones para conseguirlo y ver los resultados, produce extrema satisfacción, La oralidad no debe ser incomoda ni tomársela como un trabajo, sino todo lo contrario, debe ser satisfactorio y placentero.
El glande del pene tiene aproximadamente 4.000 terminaciones nerviosas y el clítoris cuenta con unas 8.000, lo que convierte estas zonas en extremadamente sensibles por la cantidad de estímulos nervios que tienen. Es así que el sexo oral, bien realizado, da mucho placer, también se le suma ver a la pareja sexual disfrutar de este momento, la entrega, el placer, la satisfacción es una retroalimentación comunicativa maravillosa, también debemos mencionar las mamas y las tetillas, que son altamente estimulantes para algunas personas, sino las incluiste, como siempre te invito a que te sumerjas en el mundo ¡de las mamas y tetillas!
Pequeños trucos
El único truco de los expertos es que haya buena comunicación entre los miembros de la pareja. “puede ser muy efectivo susurrar un “sí…”, “así…” o “sigue…”, o dirigir diciendo dulcemente algo como “más suave…”, “más rápido…” o “un poco más arriba…”. O ¡lo que te nazca! Presten atención como va cambiando la posición del cuerpo, y la respiración también, la oralidad es un submundo de la expresión del climax.
Para cuando lo recibe la mujer:
Mantener la vulva bien húmeda, con lubricante o con saliva. Los hay con sabores.
Estimular el clítoris, con la lengua, con movimientos circulares, alternativos, o como si escribieras letras con la punta de la lengua.
Hacer una presión o intensidad y la velocidad de movimientos sobre el clítoris, mejor que sean uniformes, con pocos altibajos, para no desconcentrar.
Para cuando lo recibe el hombre:
La zona más sensible y excitable del pene es el glande, con la corona del glande y el frenillo, sobre todo el frenillo. Centrar la atención ahí, estimulando con la lengua, jugar mucho con la humectación de la lengua y saliva, ir y venir en el pene, un poco en el glande luego que entre completo, salir y entrar.
Los factores a tener en cuenta para estimular al pene son: lubricación, temperatura y presión. La lubricación para la fricción o movimiento deslizante, se puede conseguir con lubricante o con saliva; la temperatura de la boca proporciona el calor adecuado; y la presión o intensidad de la fricción, puede conseguirse con los labios, No usar los dientes, que puede ser molesto o incluso doloroso, ni introducir nada por la uretra, ni siquiera aire.
Siempre se debe avisar a la pareja si sentimos que nuestros genitales están con verrugas, ardor, u otra molestia, ya que la práctica del sexo oral sin protección es vía de contagio de enfermedades de transmisión sexual.
