Primero creo que hay que dividir entre doble vida e infidelidad, sabemos que existen muchísimas personas que mantienen por años y años una doble vida, con un/a amante, es indistinto de que genero voy hablar, no quiero entrar en las estadistas si son más los hombres o las mujeres.
Creo que cualquiera de los dos vínculos que se sostengan, son estresantes si o si, ya que llevan también mucha adrenalina. Es un juego en algunos casos tan vertiginoso que se vuelve adictivo. Se torna de esta manera en personalidades narcisistas y psicopáticas, donde el goce se encuentra en la conquista permanente tomar a esta nueva persona, conquistarla, seducirla, engañarla también para solo obtener y calmar su deseo sexual y luego expulsarla como objetos desechables.
Qué pasa con aquellos sujetos que llevan una doble vida, te hago una pregunta crees que el “titular” ¿nunca se entera? Pues no, se entera en la mayoría de los casos, algunos resuelven mirar hacia otro lado, otros deciden poner sobre la mesa el rompimiento que se ha establecido en el vinculo y crean o creen que crean un nuevo escenario para esa pareja, que se comenzara desde cero, que fue un desliz, que tal y cual…. Ahora viene la parte en la que el estafado emocional, puede decidir no continuar, seguir sin hacer absolutamente nada, o castigar para siempre a esa persona que los defraudo. Entonces se arma un vínculo de dominación y sumisión en donde el más hábil hace sentir culpable al más vulnerable.
Los que deciden no hacer nada, o sea mirar hacia otro costado, puede ser por miles de situaciones, también puede haber sometimiento económico, falta de autoconfianza, desvalor, o comodidad, también aparece la sociedad, se da en familias que deciden mantener la imagen para el afuera. ¡Qué tremendo no poder amar libremente y que cada uno pueda ser feliz con quien le plazca!
También tenemos los infieles compulsivos, tienen la característica de tener apego inseguro, que es lo que los lleva a este constante flirteo para poder mantener su ego, estos son más sensibles al rechazo y ansiedad, por presentar déficit del control de sus impulsos unido y emparentado a una insatisfacción permanente, con autoestima débil y complejo de inferioridad.
El chantajista emocional es un tipo de persona habituado a manipular a las demás individuos, generalmente tienen poder, o un saber superior, o en algo se destacan y utilizan eso, como forma manipulatoria de acceso a su víctima y así conseguir sus beneficios personales, la mayoría de los infieles compulsivos, buscan su nueva presa en ambientes cercanos y comunes, generalmente en lugares de trabajo, amistades o bien ex parejas, tiene un cabal conocimiento previo de su próxima víctima.
La adrenalina que viven se debe a que en realidad el/la infiel es una persona inmadura que no se atreve a decir sus emociones de frente a su pareja. Aprenden a vivir con el secreto y la culpa que les da esa emoción que les produce adrenalina y los vuelve compulsivos, es como el juego del gato y el ratón, quieren ser atrapados, y cuando lo son, cambian la estrategias del juego con los titulares, pero al tiempo necesitan alimentarse de nuevo y salir en busca de nuevas experiencias amorosas.
Los que llevan una doble vida generalmente es una infidelidad afectiva. No todos los adulterios tienen porque ser sexuales. Hay personas que tienen relaciones paralelas y que están enamorados (o creen estarlo) de más de una persona al mismo tiempo. Son las infidelidades afectivas y es cuando no existe solamente un engaño a nivel sexual, sino que lo es a nivel amoroso y afectivo. Son aquellas que se mantienen por años y años.
Generalmente los promiscuos sexuales o infieles compulsivos, tienen muchas veces a lo largo de la vida en pareja oficial, enfermedades de transmisión sexual, algunas leves y otras más duras o de mayor tratamiento médico.
Si no puedes detenerte en la conquista serial, en la estafa emocional que llevas como forma de vida adrenalínica, al menos protege a tu pareja y usa el condón.
