Es una hormona relativamente joven descubierta por los científicos, se la conoce como reguladora de la reproducción, teniendo un papel crucial en la producción de espermatozoides y óvulos, y en estimulación de los comportamientos reproductivos, y de la libido.
También se comprobó que la hormona estimula varias redes cerebrales involucradas en el estado de ánimo y la depresión.
Este hallazgo ayuda a desentrañar los complejos roles de la hormona natural kisspeptina y cómo organiza las hormonas reproductivas, la función sexual y emocional.
También se puede decir que la kisspeptina podría ayudar a los problemas psicosexuales, tal como el bajo deseo sexual que afecta en el bienestar de quien lo padece y por ende en la pareja. Estos hallazgos abren vías para la kisspeptina como un tratamiento futuro para estos problemas, aunque hay todavía queda mucho trabajo por hacer por parte de los investigadores científicos.
La kisspeptina, fue descubierta hace menos de 30 años y fue llamada metasina, recibió su nombre actual en el 2001. “La maestra reguladora de la reproducción» controla la producción tanto de espermatozoides como de ovarios.
Es secretada principalmente en el hipotálamo (en el centro del cerebro), pero también en la placenta.
Otros estudios muestra el papel de esta hormona, con la experimentación del amor y el romanticismo por la influencia que tiene la kisspeptina en cómo manejamos las emociones y el estado de ánimo. ¡No se escuden los no románticos en que les falta la proteína del beso!
En nuestro cerebro tenemos una región denominada amígdala, que regula algunos de los comportamientos de supervivencia primitivos. Entre ellos, el reproductivo, el de lucha o huida y también el relacionado con la ansiedad social. Es la misma zona sensible a las reacciones provocadas por las feromonas, ingrediente indispensable de la atracción sexual en la naturaleza.
En los hombres, los trastornos relacionados con la ansiedad van de la mano de la disfunción eréctil, eyaculación precoz o retardada. Generalmente la ansiedad puede es un desencadenante de la disfunción sexual. Algunos se preocupan por la respuesta eréctil, lo que puede tener implicaciones negativas para la función sexual; otros se sienten intranquilos por su imagen corporal, o pueden estar experimentando estrés psicológico debido al trabajo, dinero o problemas de salud.
Aún los científicos están investigando los efectos positivos de esta proteína, en algunos países hoy se comercializa y se dice que produce efectos altamente positivos.
Este hallazgo trae una luz de esperanza en las personas que presentan deseo sexual hipo activo. Pero aún no tenemos la certeza que sea solamente la disminución de este péptico uno de los causantes.
