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¿Bondage la práctica sexual de la pandemia?

En el periodo de aislamiento estricto que transitamos en la pandemia, se pusieron en la cúspide los juguetes eróticos, que casi podríamos afirmar, fueron la vedette de los encuentros sexuales de las parejas, quizás fue parte de la posibilidad de atreverse a explorar más  en la propia sexualidad y se habilito gracias  al ocio, dando  lugar a la investigación de preguntarse, si la vida sexual con mi par, estaba siendo placentera. Muchas parejas fueron por esta parte de la erotización y del juego, otros en cambio se fueron por el lado más duro, pero muchos no llegaron a lo más duro y se puso en el tapete el bondage.Es una de las prácticas que está dentro de lo que se llama BDSM, que es un conjunto de prácticas eróticas,  las siglas pertenecen a: bondage, disciplina, sumisión, sadismo, masoquismo. Quienes tuvieron oportunidad de ver o de leer las “50 Sombras de Grey”, estos términos le son particulares. Pero esta práctica no emerge de esta saga, sino que viene  desde hace milenios en Japón, la cual estaba reservada para las clases sociales más altas y refinadas.En esta entrega nos introduciremos en la parte más light del conjunto,  que es el Bondage,  término francés referido a ciertos vínculos que se establecen en ciertas relaciones de subordinación. Históricamente, en siglos anteriores, fue un término utilizado para referirse al lazo vincular restrictivo que unía a amos y esclavos.

Esta experiencia  sexual, tiene el eje puesto en la  esclavitud de uno de los integrantes. No estamos utilizando el termino literalizado, en el campo de la sexualidad  tiene que ver con inmovilizar a una persona y esto puede ser a través de cuerdas que se utilizan muchas veces en el BDSM.

Otros elementos de restricción que se suelen emplear son  cadenas, esposas, lazos, corbatas, cintas. La finalidad es de alguna manera reducir los sentidos, pero sobre todo la movilidad y libertad de movimientos de la persona que optara por ser el sumiso/esclavo.Las prácticas eróticas relacionadas con el bondage, entonces, son propiamente las que establecen roles de poder asimétricos, como amo-esclavo. En donde uno ejerce el poder sobre el otro. Es mas allá del poder, es la sumisión en su expresión máxima, algo así como su majestad y su servil. Y lo esencial es no salirse del rol ni de amo ni de esclavo. Salvo que se pacte antes, pero se pierde la particularidad  de esta erotización.

Lo erótico y sensual es que uno de los dos no puede moverse y deja que sea su pareja la que se ocupe del acto sexual en sí.  El placer de entregarse sin reservas para uno y el placer de hacer realidad sus fantasías sexuales para el otro. El regodeo de un sexo sin restricciones y sin inhibiciones para ambos. Es un ida y vuelta que tiene la pareja.Cabe mencionar que  estas prácticas deben realizarse con quienes conocemos cabalmente para poder entregarse sin miedos

Para quienes desean comenzar en esta práctica, debe existir si o si  un elemento indispensable, que es la confianza, el respeto y el consentimiento mutuo. No se obliga a nadie a hacer algo que no quiere. Todo es para el goce de ambas partes. Una vez establecido esto, se debe optar por el rol que quieres tener o sea, amo/esclavo.

Para disfrutar al máximo la experiencia, es importante que se entreguen al rol que eligieron. Si eres la sumisa, cumple todos los caprichos de tu pareja; ahora si eres la dominante debes dejar volar tu imaginación porque vas a tener todo el poder para hacer todo lo que quieras, ¡ojo acá! hacer lo que quieras en los términos pactados previamente, y estar atentos si la parte sumisa deja de disfrutar o pide que nos detengamos.Cuando llegue el momento de poner las ataduras, o los inmovilizadores, se  debe tener presente que el cuello es zona prohibida y que éstas no deben estar muy apretadas para no afectar la circulación ni la respiración ya que la práctica es erótica y no se busca el dolor como el sadomasoquismo. Lo primordial es que den rienda suelta a sus deseos y se den la oportunidad de disfrutar su sexualidad desde otro vértice.

Una vez concordado los sí y los no, estamos listos para dar comienzo a un juego erótico sensual, que despertara los sentidos, la complicidad y confianza con tu pareja de manera exponencial…

¡A jugar se ha dicho!