A fines de noviembre del presente año fueron hallados, en una elegante villa en las afueras de la ciudad romana, los restos intactos de dos seres humanos. Los arqueólogos dedujeron que los hombres habían podido escapar de las cenizas del Vesubio del primer día, que enterró casi por completo a la ciudad de Pompeya, pero fueron alcanzados por la explosión volcánica del día siguiente, quedando en un pasillo subterráneo bajo dos metros de cenizas.Por los huesos craneales y las dentaduras se pudo deducir la edad de las víctimas, uno de los hombres tendría entre 18 a 25 años y el otro entre 30 y 40 años, y por los pliegues de las telas en las cenizas comprobaron que el más joven llevaba una túnica corta de lana y el mayor, además de la túnica, tenía un manto sobre el hombro izquierdo.
«Las víctimas probablemente buscaban refugio en el criptoporticus, en este espacio subterráneo, donde pensaban que estaban mejor protegidas» aseguró Massimo Osanna, arqueólogo y director del parque arqueológico de Pompeya.