Se trata de un tero, una de las especies más curiosas y observadoras que habitan en toda Latinoamérica. En Rosario se los puede encontrar en el parque de la Independencia, centro neurálgico de los Juegos. Son aves que se trasladan siempre en bandada, bastante inteligentes y que cuidan a los suyos mejor que nadie.
Teté siempre está de acá para allá. Se mueve en grupo y está atento a lo que sucede a su alrededor. Es muy activo y amigable, le encantan las redes sociales y es fan de sacarse selfies con todo el mundo.
Los personajes oficiales son uno de los principales símbolos de cada evento. Usualmente son animales o figuras antropomórficas representativas de la zona donde se lleva a cabo el acontecimiento. Son elementos de gran importancia ya que permiten generar una identidad más tangible y una fácil identificación del evento. Sirven también para generar vínculos más cercanos con los espectadores y participantes.
Sobre su creador
Ignacio Valentini vive en Italia hace veintidós años y actualmente reside en una ciudad llamada Pescara que está sobre el mar Adriático, donde además de mar hay también montañas. Es rosarino y toda su familia continúa viviendo en la ciudad.
El diseñador fue el creador del simpático personaje de los Juegos de Playa 2019, Guazú. Sobre esta experiencia cuenta que Guazú fue la primera caracterización que hizo para una competencia deportiva. «Fue una experiencia increíble, me encantó trabajar con todo el grupo. Creo que hubo gran aceptación en la ciudad, me divertí mucho creándolo y espero que con Teté suceda lo mismo», dice.
A Ignacio le apasiona el diseño desde la secundaria, cuando se pasaba horas dibujando y por ese motivo nunca dudó en estudiar la carrera. Se fue a Italia como parte de una aventura, para vivir una experiencia nueva y terminó quedándose. Antes de diseñar los personajes oficiales deportivos, tuvo la posibilidad de crear los botines de Lionel Messi. «Para mí fue como tocar el cielo con las manos, porque para cualquier diseñador en el mundo ser elegido para hacer un trabajo de esa magnitud es muy estimulante y como profesional fue muy importante», dice.
Ignacio se nota muy contento con la experiencia de haber creado a Teté. «Es un orgullo enorme haber sido convocado nuevamente. La idea fue inspirarme en los juegos Cruz del Sur de 1982, a los 40 años de su realización. El personaje era una especie de tero combinado con un pájaro carpintero. A partir de eso le dediqué mucho tiempo a investigar sobre este animal, en libros, imágenes, colores, historias, comportamientos para ver cómo se mueve. Ahí creé un collage de imágenes y fui empezando con los primeros trazos. Teté fue más complicado de hacer que Guazú, porque al ser un animal que vuela es más complejo pensar sus movimientos y las articulaciones del animal», menciona.
Le llevó seis meses de trabajo hasta llegar al resultado final. Dice que el mundo del deporte le trajo muchas satisfacciones como diseñador y que le gustaría seguir trabajando en estos temas que lo apasionan.
«A Teté lo considero un personaje simpático, alegre, dinámico y atlético. Un personaje con mucha onda. Espero que las personas se encariñen», comentó.