Cultora del fitness, profesora de gym, Kinesiologa, deportista e instructora del método que sus alumnas bautizaron como el Tinker training porque la apodan Tinker. Una gran referenta del movimiento y la actividad física en Rosario. Carla Calderini es desde hace décadas una impulsora de la vida sana y en esta nota cuenta sus secretos, como “free spirit” que conecta la mente con el cuerpo, y enseña a hacerlo.
-¿Cómo describirías tu enfoque único para el fitness y la vida saludable?
-Mi enfoque o más bien mi idea sobre el acondicionamiento físico es integral; veo al cuerpo como un todo y no como partes dividas en músculos que hacen diferentes acciones. La concentración, el estar enfocado, conectado, alerta mentalmente para poder coordinar cada movimiento, completa de manera única la estrategia del método. Un estilo de vida saludable es fundamental para poder sumarse a esta metodología: se requiere de un buen descanso, buena alimentación (nutritiva, no dietética) y por supuesto evitar fumar y consumir alcohol.
-¿Cuál es tu motivación detrás de tu pasión por enseñar fitness y llevar un estilo de vida activo?
-Mi trabajo es mi pasión, mi cable a tierra. No siento que “doy” clases, porque lo que recibo es multiplicado. Hago lo que amo y cada día estoy más comprometida con las clases, las técnicas y también el estudio. Siempre estoy curioseando todo lo nuevo, las nuevas investigaciones, metodologías de entrenamiento y salud. El avance es muy rápido y muchas técnicas de entrenamiento han quedado obsoletas; siempre les digo a los profes con los que trabajo que hay que estudiar, siempre seguir aprendiendo!-¿Qué aspectos considerás más importantes al diseñar tus clases para mantener a tus alumnos comprometidos y motivados?
-En primer lugar la música es fundamental; elijo cuidadosamente mis playlists para que sumen energía a la clase. Además es importante sumarles cada semana desafíos posibles: no está bueno que un alumno se frustre y no quiera hacer más las clases. Tienen que sentirse confiados y capaces de superarse cada vez!
-Como «free spirit», ¿cómo integras la espiritualidad o la conexión mente-cuerpo en tus rutinas de ejercicio?
-Jajaja me define esa frase “free spirit”, viene de larga data. Se la decía a mi mamá cuando me decía: “Esto no se hace o no podés pensar así, etcétera, etcétera”. Estaba convencida de que me podían mandar encerrada a mi cuarto, pero que eso no iba a limitar o más bien domesticar mi espíritu! Considero importantísimo el tema de la espiritualidad o también, si se quiere decir de un modo que suene menos religioso, el amor. Yo de verdad siento amor por las alumnas y valoro mucho la conexión que se genera en cada encuentro: hay magia.
-¿Qué consejos darías a aquellos que buscan unirse a un estilo de vida más saludable pero pueden sentirse intimidados o inseguros?
-Mi consejo es empezar! Uno siempre va a encontrar la excusa para no arrancar. Siempre les digo a las alumnas una frase de Lao Tsé: “El verdadero aprendizaje comienza cuando cesa la competencia”. Cuando uno no mira lo que el otro hace, lo que el otro puede y se enfoca en sus propias habilidades y posibilidades, el cambio es extraordinario. Intento de verdad que todas las alumnas se sientan a gusto en las clases, que vayan ganando confianza y amor propio.
-¿Cómo creés que el fitness y la actividad física pueden influir en la salud mental y emocional de las personas?
-No es una creencia, es una prueba científica de que la actividad física, así sea caminar 15 minutos diarios, produce beneficios emocionales y cerebrales como ninguna otra cosa. La oxigenación que aporta, la subida de las hormonas del bienestar y la bajada de aquellas que nos mantienen alterados y alertas es increíblemente beneficioso.
-¿Cuál es tu opinión sobre la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo en el camino hacia la salud y el bienestar?
-Fundamental el apoyo mutuo. Lo veo día a día: la importancia del trabajo en equipo en grupo, entre las alumnas nacen amistades más allá de la clase y unas a otras se contagian el entusiasmo para seguir cuando ya tenés ganas de renunciar!
-¿Cómo te mantenés inspirada y creativa en tu trabajo como instructora?
-Es muy fácil para mí porque amo este trabajo. Escucho mucha música, miro profesores que admiro y me nutro de sus enseñanzas. Aprendo y aprendo: soy curiosa!
-¿Qué impacto creés que has tenido en la comunidad de Rosario con tu enfoque único hacia el fitness?
-No sé, eso lo tienen que decir las alumnas, pero la verdad es que me siento muy, muy agradecida. Cada día es un regalo del cielo poder compartir con ellas. Di muchas técnicas diferentes a lo largo de mi carrera, todo el camino ha sido siempre muy hermoso. Hoy enseño desde 2011 un método que me sorprende cada vez más, no solamente por los beneficios físicos, sino también los emocionales. He visto y veo que las personas salen recargadas, motivadas, con una gran sonrisa después de cada clase.
-¿Qué proyectos o metas tenés para el futuro en tu carrera como profe y promotora de un estilo de vida saludable?
-Mi proyecto es seguir progresando en este método y tengo en camino nuevas técnicas que se van a ir sumando en las clases. Y también, y muy importante, mi proyecto es que cada día las mujeres se sientan más seguras de sí mismas, independientemente de la edad, la talla, el peso corporal, etcétera, etcétera. Una mujer segura de sí misma siempre será hermosa! Y eso es lo que me gusta de los grupos con los que trabajo. Somos, ante todo, personas.