Hola a todos los lectores de la Revista del Siglo, mi nombre es Micaela Colomar y vine a vivir a España con Gus, mi marido, en el 2002. ¿Por qué lo decidimos? Queríamos tener una experiencia de vida diferente, nos gusta viajar y muchos amigos habían emprendido el mismo sueño con buenos resultados,
Así que nos dijimos ¿por qué no?
Recalamos en Barcelona y estuvimos acostumbrándonos a los españoles, a su manera de hablar y de comportarse, a su comida, exquisita por cierto, tienen una variedad increíble de todo, sí de todo, los pescados y mariscos bien frescos y algunos, bueno la verdad que muchos, que yo ni conocía, las carnes de lo que se te ocurra y todas muy buenas (eso me dicen Gus y amigos, ya que hace años que dejé de comer carne) hay frutas locales y de diferentes países de primera calidad, lo mismo que las verduras, realmente por primera vez disfruto ir a los mercados, ya que está todo a la mano y presentados con muchísimo gusto, y son mercados muy antiguos, de techos altos de hierro labrado, muy pintorescos.
Creo que los argentinos analizamos los lugares en gran parte por la gastronomía, al menos cuando hablaba con mis amigos que ya estaban viviendo en España lo primero que me decían es que ¡se come de primera! y no mentían… jajaja eso fue un empujoncito más.
Luego de vivir cerquita de Barcelona durante 3 años, nos vinimos para el sur andaluz, a Málaga ¡Y FUE AMOR A PRIMERA VISTA! y les cuento por qué, Málaga es maravillosa, tiene mar y montaña, y mucha historia, tiene una catedral maravillosa, la Basílica de la Encarnación, que es una verdadera joya renacentista. Tiene el fabuloso Castillo de Gibralfaro, una fortaleza musulmana ubicada en el monte del mismo nombre y donde podemos tener unas magníficas vistas de la ciudad. A su lado está la Alcazaba que data del año mil y más abajo está el Teatro Romano construido en los tiempos del emperador Augusto en el Siglo I, pueden ver que cuando digo que Málaga tiene historia no exagero.
¡Y qué decir del arte! si en esta ciudad nació Picasso donde podemos encontrar su casa natal y su museo con casi trescientas obras, está además el Museo Carmen Thyssen, el Museo Ruso y Centre Pompidou entre los más conocidos.
Tiene el puerto deportivo donde llegan los enormes cruceros que, entre nosotros, ya no me gusta tanto porque
se llena de turistas, jajaja. Bueno y justamente por ellos está lleno de restaurantes, bares, tiendas y hoteles.
No nos costó demasiado adaptarnos a esta intensa y colorida ciudad, aunque al principio fue duro hasta que conseguí, por fin, la ciudadanía. Hace algunos años comenzamos con Gus un pequeño emprendimiento haciendo bandejas con maderas recicladas y así nació Tablas con Alma. Nos encanta el trabajo que hacemos,
Él crea los muebles… ¡Sí! comenzamos con bandejas y terminamos ¡haciendo muebles! y yo amo pintar, patinar, reciclar y asesorar a los clientes cuando nos llaman.
Otra de mis actividades, muy gratificante por cierto, es el voluntariado en la Cruz Roja, me encargo de los refugiados, personas o familias que deben huir de sus países, ya sea por cuestiones políticas o por guerras que ponen en peligro sus vidas. Mi función es acompañarlos a realizar trámites de la seguridad social o pedir cita y llevarlos a la consulta médica, por ejemplo. Me reconforta el alma que sientan que tienen una ciudad amiga que los contiene y los abraza.
Vivimos muy cerca de la playa, cosa que nos fascina poder caminar por el paseo marítimo y cuando hace buen tiempo, la mayoría del año, disfrutar de la playa y del mar. Hago yoga y pilates desde hace 7 años y por la pandemia y evitar los encierros la profe nos propuso hacer yoga en la playa, algo que me es totalmente placentero. Y otra cosa que me encanta es llevar a pasear a Otto, nuestro perro por el monte.
Bueno por ahora los dejo con algunas fotos y videos que armé para ustedes, en uno se ve cuando estoy jugando a la lotería con mis vecinos, jeje, espero que lo disfruten y conozcan algo más de la maravillosa Málaga y de esta rosarina salerosa, que extraña mucho a la familia, hermanos, y amigos que dejamos pero que permanentemente, gracias a la tecnología, estamos en contacto.
Y les deseo a todos ¡Muy buenas Fiestas!.. ¡y que se vaya el 2020 de una buena vez!
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