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Cuando la cabeza y el cuerpo se agota

Seguramente has oído hablar del síndrome de burnout y desde que comenzó la pandemia, se ha acrecentado esta patología la cual es un encuentro de varios síntomas que se van anunciado con tiempo, pero generalmente en la vorágine que vivimos las vamos tapando hasta que un día sentimos que explotamos.

Entonces hablamos francamente de un estado de agotamiento mental, emocional y físico que se presenta como resultado de exigencias agobiantes, estrés crónico o insatisfacción laboral. Se presenta tal cual el concepto de aturdimiento.

O sea es el camino que nos lleva a problemas graves de salud física y mental. Cuando una persona presenta el síndrome de desgaste, puede sentirse agotada todos los días,  desmotivado  o frustrado. También puede estar acompañado por síntomas físicos tales como dolores de cabeza, náuseas y dificultades para dormir este es el más predominante.Este síndrome de sentirse quemado da señales, vamos a ir abriendo los síntomas así podes detectarlos y accionar en tu salud para un mejor bienestar. Cuando hablamos de agotamiento físico lo reflejamos en  muestras de fatiga crónica, aumento de peso o bien pérdida de apetito. También puede reflejarse en la aparición de alteraciones psicosomáticas como dolores musculares, migrañas, problemas gastrointestinales y, en el caso de las mujeres, desregulación del ciclo menstrual.

El agotamiento mental va de la mano del estrés y ansiedad  son los principales protagonistas que preceden al síndrome del trabajador quemado. Es más, el burnout se alimenta de ambos, también hace su aparición  la depresión y el insomnio.

En cuanto a lo conductual, o lo manifiesto por el accionar cotidiano lo que se visualiza o percibe es la  indiferencia y desapego, produciendo un alejamiento hacia el trabajo. Esto se manifiesta también en sus relaciones en el ámbito laboral, tanto con compañeros como con clientes. La irritabilidad y el endurecimiento del trato se convierten en habituales y las personas con las que interaccionan perciben este cambio de actitud, pero también la familia y su entorno social, no queda un vínculo en manifestar su disgusto con este nuevo ser.La desmotivación que genera frustración nos pone en el tapete una ausencia de realización personal en el trabajo. Esto se manifiesta en falta de atención hacia que conlleva a olvidos frecuentes y una desidia generalizada que nace de la dificultad para concentrarse. Todo ello forma parte de un círculo vicioso atormentador.

¿Cómo evito Pasar al cuerpo físico y emocional aquello de lo cual me encuentro encarcelado? es crucial identificar y modificar las condiciones de trabajo que lo han producido, y en casos de exposición prolongada puede ser necesaria una reubicación del trabajador, se da en puestos laborales automatizados.

El asesoramiento psicológico o medico. Como así también buscar en uno,  aquello que antes me producía placer, tales como disfrutar de cocinar, realizar una caminata, hacer canto, bailar, etc.

Este síndrome nos aleja primeramente del placer, de nosotros y así de nuestros vínculos.