Primero voy a definir el concepto o acercarme al concepto maternar, el cual es la capacidad de acunar, anidar desde el amor vinculante afectivo. Es saberse poseedor de la posibilidad única e irrepetible de amor a otra persona incondicionalmente. Es criar, desde el miedo a fallar, desde el límite del cuidado y el cobijo.
Es un trabajo continuo y permanente para poder conectar con las necesidades reales y básicas para dar respuesta afectiva a un sujeto que no puede decir con palabras lo que nos comunica con la demanda del llanto… nos habla desde lo que necesita y le falta pero que no sabe que es aún… pero ahí está el padre o la madre para entender sin palabras… es el lenguaje que se establece desde la diada madre/hijo o padre/hijo.
Es forjar un vínculo y apego que seguro hay que construir desde el amor, educación, protección y el encuentro afectivo sano.
Maternar/paternar es abrazar y no soltar más la vida del hijo.
Todo sujeto que se incorpora a una nueva familia, debe ser adoptado como hijo, ya sea que es parte de la biología de esa familia o viene de otra familia.
Un hijo para ser sujeto jamás debería venir a ocupar un lugar en una familia para cubrir la NECESIDAD de una pareja hetero u homo parental o de una familia única o sea conformada por padre -hijo /madre-hijo.
Esa persona que aparece en el mundo familiar si solo viene por que es NECESITADA, no podrá construir su subjetividad ni transitar sus propios deseos porque se convierte en una absoluta prolongación de los deseos satisfechos e insatisfechos de sus padres o madre o padre los criadores anularán su potencial subjetivo deseante.
Cómo en cada entrega me gusta sacar fotos de algunos pensamientos.
Te muestro un pensamiento para poder ejemplificar la diferencia entre sujeto deseado y sujeto necesitado: “yo necesito un hijo porque de los contrario estoy incompleto/a” en estos discursos se complica o complicaría muchos colocar a ese ser humano que viene en camino en un sujeto deseante y diferenciado de sus criadores.
Quiero que quede en claro que engendrar no es maternar ni paternar, lamentablemente la biología no te da la certeza de amar, criar, cobijar y educar.
El amor filial entre un niño y una madre/padre, se produce en el mismo momento que se conocen, que se huelen, es ese instante que sabes que tu alma queda anclada para siempre en el alma de tu hijo.
Debemos trabajar en conjunto para desterrar des discurso social la sobrevaloracion de la maternidad/ paternidad biologicista, debido a que esta creencia sumamente estigmatizante obstavuliza los tiempos para poder acércanos a tiempo a la función materna/ paterna.
El único encuentro a ciegas que te presenta al amor de tu vida, es cuando sostienes en tus brazos por primera vez y para siempre a tu hijo”.
