Si hay algo que me apasiona de mi profesión, es que siempre estamos en movimiento y descubriendo en el campo de mi especialidad, que siempre habrá una nueva mirada sobre el amor entre personas.
Cuando nos enamoramos lo único que deseamos en el mundo es que esa otra persona nos corresponda, es decir, que sienta lo mismo que sentimos nosotros. O al menos que le despertemos algún interés para poder conquistarla.
No son pocas las veces en que el amor no es correspondido, y esto nos produce más allá de frustración, una gran desazón en lo profundo del alma.
Pero aquí lo fascinante de esta forma nueva de amar es qué hay personas que justamente es esto lo que quieren y desean… ¿masoquistas? O como llamamos desde la psicología comportamental, ¿van anhelando su auto profecía cumplidora?
Veamos entonces, si estás dos preguntas son de respuesta afirmativa o no.
El origen etimológico sería una combinación de la palabra griega “lith”, que significa “piedra”, con la terminación sexual. Piedrasexual… pero en realidad sienten mucha erotización, solamente que la obtienen en solitario utilizando la imagen de quien es su objeto erotico amoroso no correspondido, la excitación se manifiesta en este punto esencial.
Los lithsexuales son individuos pertenecientes a cualquier sexo o identidad de género, entonces podemos decir que son personas que se enamoran de personas mas allá de ser asexual, heterosexual u homosexual.
Lo estrictamente fundamental en este grupo sexual es que solamente se sienten atraídos por aquellas personas que no les corresponden como dije, aquí está el punto principal.
Si la persona objeto de su deseo pasional le corresponde, casi de manera automática dejan de estar interesadas en ellas.
De hecho, esta persona no pretende conquistar o ganarse a nadie, ni que sus sentimientos sean correspondidos, en pocas palabras, prefiere un amor platónico, dejando de lado las reglas de las relaciones convencionales.
El amor platónico, viene a ser un sentimiento de amor idealizado, en donde no está presente el elemento sexual.
En realidad, la situación de rechazo o de indiferencia por parte del otro les resulta estimulante y excitante. Solo puede mantener ese deseo o atracción por la otra persona si es rechazado, si el platonicismo que los mantiene deseantes, se desvanece, es decir se termina, también se termina el enamoramiento.
No experimentan las emociones de frustración ni incomodidad, ni rechazo, tampoco siquiera se resquebraja su autoestima, cómo sentiría cualquier mortal que se enamora de otro, y no es correspondido… no atraviesan el estadío “Julietano Romano”.
El amor novelesco no les interesa ni despierta ningún interés erotico emocional. Debido a que no está interesado en tener éxito conquistando a la persona por quien siente interés. Tampoco hay masoquismo, puesto que no busca sufrimiento. En realidad le van esquivando para no senti.
Debido a que su motor principal para mantenerse autoerótico es no ser correspondido, una condición que necesitan para satisfacerse en solitario.
Este tipo de atracción sexual o romántica, refleja una evidente dificultad del lithsexual para lidiar con la intimidad que establece un vínculo real con otro.
En realidad esconde una incapacidad de profundizar en los vínculos eroticosexuales y afectivos románticos, ya que sienten interiormente que el establecimiento de éste, los expone a un riesgo o desventaja.
También se debería indagar y profundizar en situaciones anteriores vividas por estas personas que deciden acorazarse para no exponer sus emociones y quizás re vivenciar alguna que otra frustración romántica.
Se podría decir que esta manera que eligen, es un intento para tapar y normalizar un problema emocional.
Esta orientación sexual tiene su propia bandera, incluye cinco franjas de colores, son los siguientes: rojo, naranja, amarillo, blanco y negro.
- Rojo: Sociedad, vitalidad y sensibilidad
- Naranja: El color seleccionado para identificar la lithsexualidad.
- Amarillo: Diversidad en la atracción. Representa la lealtad y el honor.
- Blanco: Idealismo y sexualidad.
- Negro: Lo arromántico y asexual.
