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El lenguaje inclusivo: ¿Incluye o discrimina?

El uso del lenguaje inclusivo se remonta a los 70 – sí, leíste bien-, cuando la horda feminista de la época comenzó a cuestionar la poca participación del género femenino en el lenguaje.

En el presente apareció como una necesidad ( respetable) de algunas mujeres, jóvenes y también personas de diversidad sexual.

Comenzó con el cambio de adjetivos – ejemplo: lindo—linde/lind@/lindx- para luego adicionar a los sustantivos- ej.: presidente—presidenta. ¿Y presidento?

Sinceramente no lo comprendo ni entiendo bien qué se quiere lograr con un cambio de vocales. Jamás me sentí discriminada hasta hoy que me comunican a diario que no soy una chica sino una chique/chiqux…

Respeto la necesidad de luchar por mejores condiciones laborales respecto de los hombres; de cobrar un salario equitativo por el mismo trabajo. Soy respetuosa de las elecciones sexuales de las personas en su intimidad.

Ahora, ¿No me están atropellando con querer obligarme a usar un vocabulario inclusivo que no me representa? ¿No es agresivo que me discriminen y tilden de feminista, binaria, machista, vieja?

Lo único que hice fue nacer mujer y usted señor, hombre.

El nombre nos identifica. Me llamo María, Justo, Catalina. Agustina, Juan, etc.  Una vocal ni me ….ni  me hace mejor persona. Un x, ¡la X!! Justamente es la utilizada en matemáticas como valor indeterminado, la incógnita. ¿Se acuerdan?Digo, yo no salgo a la calle a marchar por mi heterosexualidad. Sería raro ¿cierto? Pues a mí me pasa eso -y te lo digo bien- cuando veo que marchan por los derechos que ya tienen como individuos. (lo que hagan con su sexualidad es cosa de cada uno y es privado).

El “lo” es un artículo neutro desde que yo nací. Ej.: Lo lindo de esta casa es…/ ¿Cómo quedaría? ¿La linda/lindo/linde/lindx de esta casa es? ¿La lindx de estx casx es?

Mas allá de mi humor  le pongo onda-, es imposible de hablar. ¡Es más complicado que el geringoso!

Hemos transformado un tema lingüístico en un debate social. Si hasta hay gente que tiene miedo de escribir en las redes o en sus páginas web por ser discriminados por NO usar lenguaje exclusivamente inclusivo. ¡Los putean! En eso sí, usan las puteadas con a y con o.

Hemos cambiado ya mucho el bello lenguaje que tenemos; en el camino dejamos algunos tildes, aceptamos el coliflor, la sartén, quisimos destronar a la h.

Tanto usamos la frase “Por qué no sumas?” que restamos.

Acorde a los nuevos tiempos históricos, existe un cambio en la ideología social, que refleja, en particular, la lucha de las mujeres, la juventud y la diversidad sexual. Genial.

Ahora, ese cambio, esos pedidos de igualdad, ¿No  sería más eficaz plantearlos mediante un plebiscito o una presentación en el Congreso de la Nación? ¿Realmente – mano en el cuore- se busca cambiar una vocal o desean que se los represente mejor?

Si ansían lograr una presencia con mayor peso creo que las vocales son livianas.

En serio; dejemos las letras para los lingüistas y hablemos de lo que realmente queremos cambiar.

Quizás utilizando el lenguaje adecuado ( que represente a todos- el masculino alude a todos y todas- logren sus objetivos que, por supuesto, merecen ser escuchados.

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María Cabeza

PD: Pueden enojarse, criticarme; son libres y respeto eso. Lo que no permito es que se me esclavice ni comparto que un tema lingüístico pase a ser un juicio de valor sobre género.