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Filomena

Por Miguel J. Culaciati *                               

Los Santos inocentes siguen cayendo.

Dolor, incredulidad, laceración. Pinchazo en el corazón. Contracción, espasmo. Bronca.

Se llamaba Filomena, Filomena Cinalli, tenía 88 años, era jubilada.Vivía sola en su casita y hace tiempo venía temiendo lo que terrible y fatalmente sucedió.

Esa película de angustia y terror que se ve hace años a diario en los noticieros de nuestra amada ciudad se representó al fin en primera persona, en su hogar.Para robarle lo poco que tenía, seres no humanos, bestias sádicas desalmadas a los que les queda chico cualquier tipo de adjetivo que tenga que ver con crueldad o salvajismo irrumpieron en su casa y la molieron a golpes, deformaron a trompadas y martillazos.Filomena encontrada unas horas después, agonizante en medio de un charco de sangre balbuceaba algunas palabras desesperadas y así dió valiente pelea durante algunos días golpeada, ultrajada, en el hospital. Pero finalmente su cansado cuerpo y alma dijeron basta el día de hoy en Rosario.

No sé al lector. A mí se me estruja el corazón, se me hace muy difícil seguir el día con esta noticia y la de tantos otros «santos inocentes» que van cayendo víctimas de un sistema totalmente pervertido, patas arriba. Qué les pasa por la cabeza a los dirigentes políticos que están a cargo hace varias décadas de esta ciudad y esta provincia cuando ven estas feroces y salvajes tragedias .

Cuando ven las balaceras a las escuelas, las extorsiones, los asesinatos cotidianos ?No tienen corazón ? No se les mueve una fibra ? Pueden seguir sonriendo fotoshopeados para los afiches y la publicidad que invade cada rincón de redes sociales y espacios públicos ? Pregunto : No deberían suspender YA la campaña electoral por dar un ejemplo y unidos declarar una emergencia absoluta, un estado de excepción?Hace mucho tiempo pienso que los últimos gobernadores  deberían responder penalmente por esta enorme cantidad de asesinatos en carácter de autoría culposa.

Es por su omisión, desidia, impericia y cobardía que esta tragedia en actos se va desarrollando con escenas cada vez más truculentas, inhumanas e inverosímiles.

Causa infinito dolor que esta ciudad que supo ser un ejemplo de desarrollo integral, la «hija de su propio esfuerzo», plena de virtudes se torne invivible.Y no podemos no hacer nada.

Esta ciudad que amamos, con un pasado virtuoso y en la que todavía hay muchísima gente valiosa, solidaria, positiva, creativa, merece retomar esos caminos, esa historia que brinda legítimos motivos de orgullo.

Ya se hicieron muchas marchas, muchos reclamos y la situación no mejora, ni siquiera se mantiene igual; empeora y la peor tragedia puede ser naturalizar el horror y la decadencia absoluta. Se debe declarar una emergencia en serio con presencia del ejército, otras fuerzas federales y la aplicación de normas penales contundentes. Me gustaría que gobernador, ministros, intendentes, etc  pongan bien grande en su despacho la foto de Filomena, de manera que tengan que verla cada mañana a los ojos, con esa cara de buena gente, en vez de tener al presidente de turno.Quizá alguno recuerde que son «servidores públicos temporales» y que se deben a personas como ella, que trabajaron toda su vida y que aportaron para vivir , si no con holgura, sí con la mínima dignidad y seguridad.

Ya no quiero ver más volar angeles al cielo .

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* Escritor, periodista / Fundador de Valor Rosario / Fundador Asociación de Amigos del Museo Estevez