Mmm parece rarísimo el título ¿no?, aunque no es una disfunción de lo más común en los hombres, pero, sucede, y es bastante recurrente…
La nueva era, le está permitiendo a los hombres hablar de su falta de orgasmo, tema tan discutido en el mundo de la ciencia y la sexología, pero si, mis queridos lectores los varones tienen orgasmo, que es muy distante a la eyaculación o terminar.
Como dije la sexualidad ha sido y sigue siendo un tema tabú, especialmente en la mujer, que ha permanecido doblemente escondida y censurada. ¿Pero qué pasa con la sexualidad y el disfrute de los hombres?La sexualidad masculina ha sido potenciada con el tiempo, pero, por desgracia, se hizo en base a ciertos estereotipos intachables y falsas creencias que han creado poco a poco una barrera, en muchos casos, infranqueable en ellos. Dando como consecuencia que muchos hombres realzan ciertos aspectos que entienden como positivos, pero ocultan las situaciones que consideran negativas.
Vamos a empezar a explicar esta disfunción, la anorgasmia masculina es un trastorno de origen diverso (psicológico, hormonal, neurológico o farmacológico) que provoca la ausencia o disminución de intensidad de los orgasmos de quien lo padecen. Se diagnostica cuando el paciente ha tenido dificultades persistentes o recurrentes para llegar al orgasmo y esto no se debe a enfermedades médicas ni a una falta de estimulación sexual.
Se trata de una disfunción menos frecuente que en las mujeres, las más habituales y recurrentes en varones son, la eyaculación precoz y distintos problemas de erección.Alguna de las causas físicas que pueden existir es, por ejemplo, la disminución de la sensibilidad peneana por deterioro de algunos nervios, lo cual puede ser consecuencias de algunas neuropatías, que pueden llegar a padecer pacientes insulinos requirentes. No obstante, es lo menos común.
La anorgasmia masculina está estrechamente vinculada a la educación sexual. De hecho, algunas de las causas pueden ser las mismas tanto en mujeres como en hombres. Algunos ejemplos de las causas de este trastorno del orgasmo son los siguientes:
• Estimulación genital insuficiente o inadecuada.
• Haber crecido en un entorno religioso/ moral muy estricto.
• El sexo se percibe como una actividad pecaminosa y se vincula con sentimientos de culpa.
• Los genitales se perciben como algo sucio.
• Las primeras experiencias sexuales fueron escasamente satisfactorias, o fueron sometidos a debutar con trabajadoras sexuales
• Hay conflictos de orientación sexual no resueltos.
• Falta de comunicación o intimidad, juegos eróticos insuficientes, encuentros sexuales que acaban antes de que la mujer se excite suficiente o problemas en la relación.Todas estas características pueden o no estar. Por eso es muy importante escuchar la historia sexual del paciente y sus experiencias vividas.
Es trascendental dejar en claro y derrotar la falsa creencia que tienen casi en el 100% de la humanidad, que la eyaculación es considerada una «consecuencia» inevitable del orgasmo del varón, y en la gran mayoría de los casos ambas descargas corren efectivamente juntas, y la realidad es que una no es requisito sine qua non de la otra.La anorgasmia puede ser:
• Primaria: siempre ha estado ahí. Existe desde siempre entonces el hombre no distingue la diferenciación entre eyacular y orgasmo
• Secundaria: tras un periodo de normalidad en el que se alcanza el orgasmo con regularidad, deja repentinamente de lograrse.
También puede clasificarse como:
• Absoluta: cuando no se consigue el orgasmo en ninguna circunstancia.
• Relativa: cuando únicamente se obtiene de una forma determinada.
• Situacional: si se logra el orgasmo sólo en circunstancias muy concretas.
Pero como toda disfunción sexual hay tratamiento y se sale adelante primero reconociendo la sintomatología y luego recurriendo a los profesionales especializados. Los tipos de tratamiento dependen mayoritariamente de las causas de la anorgasmia.
La opción más recomendada para anorgasmias son las terapias psicosexuales y estos serán quienes determinaran si se seguirá a su vez con el acompañamiento médico profesional especializado requerido.